¿Podrán aguantar los Boston Celtics su abultada nómina?

La nómina de Boston esta temporada lo puso por encima del tope salarial y lo convertirá en un equipo de impuesto de lujo por tercera temporada consecutiva. Esto significa que los Celtics serán golpeados con una penalización de «impuesto de reincidente» por estar adelante del umbral en tres de cuatro temporadas.

La nómina para la próxima temporada se encamina a llegar a unos 225 millones de dólares. Así lla factura de impuestos del próximo año sería de casi 280 millones. El precio total potencial combinado de 500 millones sería un récord en la liga.

No está claro si los nuevos propietarios del equipo querrán seguir pagando esas fuertes penalizaciones para mantener la plantilla actual después de acordar una compra en marzo, que tendría un precio final de mínimo de 6.100 millones de dólares.

Esto podría significar un ajuste de cinturón antes de la próxima campaña, con 11 jugadores actualmente bajo contrato.

Tatum firmó un convenio récord de la NBA por cinco años y 314 millones de dólares el pasado julio. Su vigencia comenzará la próxima temporada, cuando le pagará 54 millones.

Brown está jugando bajo un contrato de cinco años y 304 millones que entró en vigor esta temporada. Ganará 53 millones la próxima campaña.

A esto le siguen Jrue Holiday (32 millones), Kristaps Porzingis (30 millones), Derrick White (28 millones) y Sam Hauser (10 millones).

De los nueve jugadores principales de la rotación esta temporada, solo el veterano dominicano Al Horford y Luke Kornet son agentes libres.

Pero hay preocupaciones más allá de las financieras.

La salud de Porzingis también estará en el centro de atención después de que acusó molestias durante la última parte de la temporada regular y los playoffs con una enfermedad viral persistente que le restó fuerza y lo convirtió en un factor virtualmente nulo contra los Knicks.

El letón descartó que sea algo a largo plazo.

«Lo mejor que necesito ahora es simplemente descansar. Solo ir a algún lugar soleado y dejar que el resto de mi sistema se equilibre», comentó.

Una señal positiva es que dijo que planea seguir jugando para Letonia, en el EuroBasket este verano.

Luego está Brown, quien entró en esta postemporada lidiando con un problema en la rodilla derecha, pero pudo jugar. Ha dicho que no está seguro de si requerirá cirugía.

Incluso con esa incertidumbre, el optimismo de Brown sigue siendo alto, aunque reconoció que pueden venir tiempos difíciles.

«Perder contra los Knicks se siente como la muerte», manifestó. «Pero siempre me enseñaron que hay vida después de la muerte».

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