La negligencia, común denominador tragedias INAIPI y CONANI

Por Guillermo Tejeda

(Director Resumen Final Digital)

Los accidentes ocurridos en una estancia del INAIPI y en una casa de albergue de CONANI debe llamar a reflexión sobre la cualquierización de esas instituciones que deben nutrirse de personal especializado.

En ambos casos, en la estancia de San Francisco de Macorís donde se ahogó un niño de casi dos años y en el albergue en el V Centenario de CONANI, la negligencia es el común denominador de las tragedias.

El personal que tenía el cuidado del niño ahogado en una cubeta llena de agua no tenía ningún tipo de entrenamiento para estas emergencias. Se evidencia también la falta de supervisión, porque no es posible que bregando con niños de tan corta edad, se dejen a su alcance objetos peligrosos que provocan muertes.

En Santo Domingo, en el CONANI que operaba en una edificación en el Quinto Centenario, (cuyo cierre precipitó el escándalo) la situación era igual de grave.

Se dice que el albergue tenía vallas de seguridad en un cuarto piso, por lo que algunos se preguntan, como pudo caer la niña que se accidentó al precipitarse del lugar. La posterior fuga de un grupo de esas adolescentes del mismo albergue terminó de revelar los niveles alcanzados por el descontrol.

Esto denota claramente que esos lugares dedicados a la atención de menores funcionan “manga por hombro”, sin la debida supervisión que pueda prevenir situaciones tan lamentables.

En lo que respecta al Consejo Nacional de la Niñez (CONANI), la inestabilidad en su dirección podría explicar el deterioro de sus servicios. Tres directoras en menos de dos años en una institución que se maneja en perfil bajo. Algo debe oler mal en Dinamarca, como dice el adagio popular, lo que se refleja en la operatividad de los centros que maneja.

Con el INAIPI y sus estancias infantiles, parece que la politiquería ha llevado a nombrar a personas sin ninguna preparación e interés en estos asuntos de atender niños.

Lamentable que en el país no hay precedentes de sanciones para condenar penalmente este tipo de negligencias lo que constituye un caldo de cultivo para que sigan ocurriendo este tipo de desgracias.

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