A 50 años del asesinato de Orlando Martínez la página sigue en blanco

Se cumplen este lunes 50 años del asesinato del periodista Orlando Martínez Howley, pero todavía sigue sin escribirse nada en la «página en blanco» que dejó el ex presidente Joaquín Balaguer que debería llenar una persona que nunca fue identificada.
Se trató de un crimen de Estado, en los años de represión del gobierno de Balaguer, en el 1975, por el que pagaron los autores materiales, no así quienes dieron la orden de ejecutar el asesinato.
Los generales de entonces, encabezados por el jefe de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), Salvador Lluberes Montás -Chinino- nunca pagaron con cárcel su involucramiento en este caso.
Medio siglo después, su nombre sigue siendo símbolo de la lucha por la libertad de expresión y el periodismo comprometido. La frase que escribió en una de sus últimas columnas, «Las ideas no se matan», resuenan aún como un llamado a la resistencia frente al silencio y la represión.
Orlando nació en 1944, en Las Matas de Farfán. Se formó como periodista en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en medio de la efervescencia política de los años 60.
Militó en el Partido Comunista Dominicano (PCD), pero con el tiempo se distanció de la actividad partidaria y optó por ejercer un periodismo independiente y crítico, aunque sin abandonar sus ideales progresistas.
Desde su columna Microscopio, en el periódico El Nacional, denunció los abusos, la corrupción y la represión del gobierno de Joaquín Balaguer. Orlando incomodaba. Su pluma fue un bisturí que expuso sin miedo las entrañas de un régimen con un lado oscuro de terror y silencio impuesto.
«En este país, el que dice la verdad es hombre muerto. Pero hay que seguir diciéndola», escribió poco antes de su muerte.
No fue hasta el año 2000, durante el gobierno de Hipólito Mejía, cuando se reabrió el expediente. Los militares Mariano Cabrera Durán, Rafael Lluberes Ricart y Joaquín Pou Castro fueron condenados como autores materiales. Los autores intelectuales nunca fueron llevados a juicio.
El presidente Balaguer, dejó una página en blanco en sus memorias sobre el crimen de Orlando. Falleció en 2002 y nadie ha revelado los detalles que, según prometió, alguien daría del caso después de su muerte.
Durante el proceso judicial, se hizo pública una carta que Orlando había escrito a su madre:
«Si alguna vez me matan, dile a la gente que sigan. Que las cosas cambiarán.»