Abinader admite siguen prácticas del trujillismo
En la víspera del 61 aniversario del ajusticiamiento de Trujillo, el presidente Luis Abinader reconoció que en el país y los estamentos oficiales quedan muchos vestigios de esa oprobiosa época, admitiendo que no le gusta que le llamen como el excelentísimo y no permitió que se colocaran sus fotografías en las oficinas públicas.
Afirmó que en su gestión se han ido eliminando costumbres protocolares y prácticas que se mantuvieron durante la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina.
Pero a pesar de los señalamientos del mandatario, en el Estado y la sociedad dominicana la herencia del trujillismo no se han desterrado y el andamiaje gubernamental se sustenta en instituciones creadas durante las tres décadas en las que el sátrapa ejerció el poder..
En ese sentido, manifestó que el papel de los líderes del país es motivar a los jóvenes a que cambien la idea de que se necesita un Trujillo para resolver ciertos males sociales.
“Aquí no se necesita otro Trujillo, aquí se necesita uno que respete las leyes, que actúe con transparencia, que actúe con eficiencia”, expresó Abinader, quien expuso que no se puede comparar porque son épocas diferentes.
El presidente Abinader también aclaró a quienes proclaman que durante el trujillismo no había corrupción y dijo que ese flagelo estaba monopolizado por la familia del dictador.