Alarmante sequía azota a Italia y Francia

Desde el 21 de enero, aunque haya llovido ocasionalmente en algunos lugares, las precipitaciones acumuladas en el conjunto de la Francia metropolitana han sido inferiores a un milímetro cada día. Ya son 31 días sin lluvia, es decir, tanto como entre el 17 de marzo y el 16 de abril de 2020. Si la falta de lluvia continúa este martes, se batirá el récord, pero la racha debería terminar el miércoles con “lluvias esperadas en el sur”.

Este episodio ya ha eclipsado el anterior récord de los meses de invierno de 1989 (22 días) durante este periodo del año crucial para la recarga de las aguas subterráneas. Pase lo que pase, “febrero de 2023 debería terminar con un déficit de precipitaciones superior al 50%, convirtiéndose así en uno de los meses de febrero más secos jamás registrados desde que comenzaron las mediciones en 1959”, anunció Météo-France, el servicio meteorológico nacional.

Esta falta de lluvias “está vinculada principalmente a las condiciones anticiclónicas desde finales de enero, que han actuado como una especie de escudo” contra las perturbaciones lluviosas, explicó Simon Mittelberger, climatólogo de Météo-France.

Pero más allá del episodio singular, lo preocupante es el contexto y la recurrencia del fenómeno, que ilustran las predicciones de los expertos de la ONU sobre el calentamiento global vinculado a las actividades humanas, aunque los científicos aún no hayan atribuido esta sequía específica al cambio climático.

Además, este déficit crónico continúa tras las olas de calor excepcionales y la sequía del suelo del verano de 2022, síntomas del cambio climático. Casi todos los departamentos de la Francia metropolitana han sido declarados en alerta por sequía, con restricciones de agua para regar o lavar autos.

En señal de preocupación, el gobierno convocó para el jueves su “primer comité de previsión y seguimiento hidrológico del año”, mientras se avecinan “conflictos de uso”, es decir, tensiones entre las necesidades de la agricultura, la producción hidroeléctrica en las represas, las actividades de ocio (golf, kayak…) o la salud de los ecosistemas.

De esta forma, se supera el récord que hasta ahora se había marcado entre el 17 de marzo y el 16 de abril de 2020, señaló el servicio meteorológico en un comunicado.

El país vive un déficit continuado de precipitaciones desde agosto de 2021, a lo que se añadieron las temperaturas excepcionalmente altas del pasado verano.

El servicio meteorológico aseguró que las previsiones indican que este mes se registrarán un 50 % menos de lluvias de las normales, lo que le convertirá en uno de los febreros más secos registrados.

Además, será el décimo tercer mes consecutivo en el que se registren temperaturas por encima de lo normal, una serie inédita desde que se tienen datos, en 1947

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