Angel Martínez dice vino al país para que lo mataran

Acusa empresario haitiano Gilbert Bigio

El detective y comunicador Angel Martínez, quien a través de su plataforma denunció a una serie de funcionarios y legisladores involucrados en narcotráfico por lo que ha recibido amenazas de muerte, fue apresado este lunes en Puerto Plata a donde llegó en un crucero, proclamado antes que vino a traer su cuerpo para que lo eliminen físicamente.

Martínez antes de ser detenido, hizo un recorrido por Sosúa, un municipio turístico turístico y protagonizó un incidente cuando agentes policiales le impidieron grabar en un destacamento.

Cuando zarpó el crucero, la embarcación fue mandada a detener por una lancha de la Armada Dominicana que transportaba oficiales del Dicrim que lo llevaron al muelle donde lo esposaron y le comunicaron que tenía asuntos pendientes en el país.

Cuando era trasladado a una unidad policial esposado, Martínez denunció que fue detenido por órdenes del empresario Gilbert Bigio, el hombre más rico de Haití y quien en la República Dominicana maneja un gran porcentaje del mercado de los combustibles.

Dijo que Bigio supuestamente había encabezado en Puerto Plata una reunión con elementos que calificó de «terroristas» lo que estaba investigando por lo que fue mandado a detener.

Bigio es uno de los empresarios señalados por el financiamiento de bandas armadas en Haití. Sin embargo nunca ha sido molestado por las autoridades dominicanas que en cambio han metido en una «lista negra» a otros políticos y empresarios haitianos que no pueden cruzar la frontera.

Se recuerda que durante el proceso electoral, a través de su plataforma de comunicación, Angel Martínez enumeró a una serie de políticos vinculados con el partido de gobierno, como vinculados con el narcotráfico, de los cuales ya varios han sido extraditados y cumplen condenas en cárceles de Estados Unidos.

«Tengo derecho a entrar a mi país» vociferaba Martínez cuando los agentes lo detenían y proclamó que vino a la República Dominicana a traer su cuerpo a quienes lo han amenazado de muerte por sus denuncias.

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