Antonio Espaillat se blinda en medio clamor justicia por tragedia Jet Set

Por Jeannette Kranwinkel.

El clamor de justicia se ha intensificado a casi un mes de la tragedia del Jet Set, en un trayecto en el que las autoridades poco o nada han hecho para establecer responsabilidades por las 233 personas muertas hasta el momento, lo que contrasta con las diligencias de defensa de los dueños del negocio que han movido resortes del poder tratando de evadir su admitida negligencia.

Los familiares de las víctimas han ido sumando demandas civiles y penales, mientras que algunos están accionando, no en busca de ser resarcidos económicamente, sino movidos por el espíritu de la justicia.

Quienes perdieron a sus seres queridos han convertido el lugar donde operaba la discoteca, en la Avenida Independencia, en un centro de peregrinaje en el que se derraman torrentes de lágrimas y se hacen muchas interrogantes.

Las demandas de justicia se levantan en pancartas que han sido colocadas por personas que no esconden su indignación por la tragedia, agigantada por la desidia mostrada por las autoridades, que han permitido una serie de privilegios al principal imputado por el desastre, Antonio Espaillat, hasta el momento no requerido por el Ministerio Público.

Extraoficialmente se ha dicho que se han tomado una serie de medidas cautelares para evitar que los propietarios del negocio realicen maniobras para evitar el peso de las demandas que se avecinan en los tribunales.

El trato al señor Espaillat ha sido muy diferente al que se ha dado a responsables de eventos que no tienen la dimensión de lo ocurrido el 8 de abril en Jet Set, citándose el caso del derrumbe en una mueblería en La Vega, donde murió una persona y los propietarios del establecimiento apresados y con medidas de coerción en los actuales momentos.

En medio de la situación, ya Antonio Espaillat tiene como defensor principal, al abogado Jorge Luis Polanco, quien renunció a un decreto del presidente Luis Abinader, cuestionando la imparcialidad que había prometido el mandatario en este escándalo doloroso, dada la cercanía de los dueños del Jet Set con estamentos palaciegos.

Este fin de semana se anunció también que Espaillat contrató a otros dos juristas de renombre para tratar de salvarlo de lo que por justicia le viene.

Se trata de Miguel Valerio y Ramón Núñez, quienes en los últimos años han asumido la defensa de sonados casos de corrupción contra ex funcionarios.

El asesor legal del caso es el abogado Jorge Luis Polanco, mientras que Valerio, asumirá la coordinación de la defensa, en la que también estará el abogado Ramón Núñez.

Ha llamado poderosamente la atención el silencio que ha mantenido, a casi un mes de la tragedia, la procuradora general de la República, a quien solo se le ha visto en dos ocasiones relacionadas con el hecho, en el Inacif por el amotinamiento de familiares de fallecidos que reclamaban la entrega de los cadáveres y junto al presidente Abinader y otros altos funcionarios que se presentaron al Jet Set horas después del derrumbe.

Después de ahí, nadie ha visto a Yeni Berenice Reynoso en nada relacionado con Jet Set y mucho menos ha hecho el más mínimo pronunciamiento lamentando las casi 300 muertes ocurridas en medio de una fiesta amenizada por el popular merenguero Rubby Pérez, quien se cuenta entre las víctimas.

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