Arzobispo Ozoria ora por los inmigrantes en día Corpus Christi

La Arquidiócesis de Santo Domingo celebró la solemnidad del Corpus Christi 2025 con una masiva manifestación de fe que incluyó una procesión por el malecón y una misa solemne en la Catedral Primada de América, encabezada por el arzobispo metropolitano monseñor Francisco Ozoria Acosta.
Miles de fieles católicos se congregaron en el Parque Eugenio María de Hostos, en el Malecón de Santo Domingo, para celebrar con profundo fervor la Solemnidad de Corpus Christi 2025, bajo el lema: “Eucaristía, fuente viva de nuestra esperanza”.
Desde tempranas horas de la tarde, los fieles procedentes de distintas vicarías de la Arquidiócesis de Santo Domingo caminaron en procesión con el Santísimo Sacramento por el malecón de Santo Domingo, expresando su fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Con cantos, oración, pancartas y gestos de adoración, un tramo de la av. George Washington, se convirtió en un templo abierto donde el Señor fue solemnemente adorado.
La Santa Misa fue presidida por monseñor Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, acompañado por José Amable Durán Tineo, Obispo Auxiliar, Monseñor Benito Ángeles Fernández, Obispo auxiliar emérito de Santo Domingo, Vicarios Episcopales Territoriales, sacerdotes, diáconos, seminaristas y todo el pueblo de Dios, en una celebración que se vivió con especial alegría y esperanza.
Monseñor Ozoria hizo un llamado especial a orar por los inmigrantes en el mundo, destacando con preocupación la difícil situación que enfrentan muchos de ellos en países como Estados Unidos y República Dominicana.
El arzobispo de Santo Domingo centró su mensaje en la eucaristía, que definió como fuente de nuestra esperanza. Citando el número 11 de la Constitución Lumen Gentium del Concilio Vaticano II, recordó que la eucaristía es fuente y cumbre de la vida cristiana e insistió en que la iglesia debe ser motor de unidad y solidaridad.
La ceremonia litúrgica comenzó con una oración por el cese de los conflictos armados en distintas partes del mundo. Un sacerdote elevó una súplica por la paz en Gaza, Irán, Ucrania y regiones de África donde aún persisten guerras que afectan a miles de inocentes.
Decenas de obispos, sacerdotes, diáconos, monjas y fieles se unieron en esta celebración, que tuvo como lema “Eucaristía, fuente viva de nuestra esperanza”, en una de las festividades más importantes del calendario litúrgico católico.
El altar, adornado con flores, la cruz, velones, incienso y una imagen de la Virgen de la Altagracia, sirvió de escenario para un acto cargado de fervor, música y recogimiento espiritual.
Corpus Christi, instituida oficialmente en 1264 por el Papa Urbano IV, es una de las celebraciones más importantes del calendario litúrgico católico. En ella, la Iglesia proclama y celebra públicamente su fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Como recordaba el Papa Francisco, esta solemnidad es “una oportunidad para renovar el asombro y la gratitud ante el don inmenso que Dios nos hace al quedarse entre nosotros bajo las apariencias del pan y del vino.”
Durante la procesión y la celebración eucarística, se evidenció la participación activa y entusiasta de niños, jóvenes, adultos y ancianos, unidos por una sola fe y un mismo anhelo: hacer visible que Cristo vive y camina con su pueblo.