Asume nuevo presidente de Ecuador, Daniel Noboa con 35 años

Daniel Noboa recibió el jueves la banda presidencial en la Asamblea de Ecuador y asumió el poder para un período de 18 meses en medio de una situación de crisis económica e inseguridad.

En su discurso de posesión el flamante mandatario reconoció que le espera “una tarea dura y difícil y los días son pocos” y precisó que cree el primer objetivo es “reducir la violencia y volver del progreso una costumbre”.

Para ello, dijo en un discurso de poco más de siete minutos, es necesario actuar con audacia sin repetir las mismas políticas del pasado y propuso que para hacer frente a la violencia criminal “hay que atacar a la desocupación. El país necesita empleo y para generarlo enviaremos reformas urgentes a la Asamblea”.

Destacó que está dispuesto a romper el ciclo de revanchas políticas y se definió como un hombre “libre de prejuicios”. Muestra de ello, aseveró, es que ha conformado un gabinete con amplia participación de mujeres y jóvenes.

impuso la banda presidencial y le tomó el juramento de rigor a Noboa, de 35 años, quien tendrá que gobernar hasta mayo de 2025 para completar el mandato de su predecesor Guillermo Lasso.

Cuando la ceremonia estaba en proceso arribó a la Asamblea el presidente de Colombia, Gustavo Petro, el único mandatario que estuvo presente, y se unió a los vicepresidentes de Brasil y de Honduras, entre otros invitados internacionales de menor jerarquía.

Verónica Abad, una política y empresaria de 46 años, también fue investida como vicepresidenta. Su figura ha generado polémica por su pensamiento liberal de derecha.

Tras su posesión, Noboa se dirigió al Palacio de Gobierno en medio de una fuerte custodia militar y policial. Llegó acompañado de su esposa Lavinia Valbonesi, con un evidente embarazo en curso, y su pequeño hijo Álvaro de dos años. Noboa tiene otra hija, Luisa, de cuatro años.

En la residencia de gobierno, en pleno casco colonial de la capital ecuatoriana, Noboa tiene previsto ofrecer un almuerzo a unos 600 invitados y para la tarde se esperan las primeras decisiones del nuevo jefe de Estado.

Noboa ganó las elecciones anticipadas convocadas luego de que en mayo Lasso acortó su propio mandato tras disolver a la Asamblea en medio de una pugna de poderes y un juicio legislativo que buscaba su destitución.

En 18 meses, el nuevo mandatario tendrá que enfrentar dos grandes desafíos: el auge de la violencia que azota al país, que lleva dos años seguidos duplicando sus propios récords de crímenes y que el gobierno atribuye a las peleas de bandas del narcotráfico internacionales para controlar las rutas en el país; y una economía debilitada que lidia desde hace años con un déficit fiscal crónico y un fuerte endeudamiento.

El analista y catedrático de la Universidad de Las Américas, Alejandro Zabala, dijo a The Associated Press que “estamos secuestrados por el crimen organizado” y argumentó que la política de mano dura impuesta por Lasso “es un absoluto fracaso”.

En el último periodo presidencial se han disparado los asesinatos por encargo, los secuestros, las extorsiones a negocios y delitos de todo tipo que mantienen en permanente zozobra a los ecuatorianos.

Por ello Zabala manifestó que el nuevo gobierno deberá aumentar de forma exponencial la inversión en equipamiento de la fuerza pública y sumarse a estrategias regionales e internacionales contra el crimen organizado porque “esta guerra no la podemos ganar solos”.

Ecuador se ubica actualmente entre los países más violentos de la región. En 2021 registró una tasa de muertes violentas de 13,9 por cada 100.00 habitantes, cifra que casi se duplicó al año siguiente y que se espera que este año se aproxime a las 40 muertes por cada 100.000 habitantes. En las provincias más calientes, esa tasa es incluso mayor.

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