Bauta Rojas admite no leyeron contrato AstraZeneca
Advierte también habrá problemas con la Pfizer
Por Jeannette Kranwinkel
A confesión de parte, relevo de pruebas.
Es lo que ha ocurrido en la sesión de este jueves en la Cámara Alta, en el centro de la tormenta del descrédito por ni siquiera leer los proyectos y otras iniciativas que terminan afectando al país
El Senador de la provincia Hermanas Mirabal, Bautista -Bauta- Rojas Gómez, manifestó que tiene sospechas de que el próximo contrato de compras de vacunas contra la covid-19, que será descartado en el país es el de la Farmacéutica Pfizer-Biontech, para la compra de 9.99 millones de dosis por las que se tendrán que pagar 119,9 millones de dólares.
Admitió que la “falta de lectura que tuvimos en su momento”, hará que cláusulas que están en el contrato de AstreZeneca se repitan en la Pfizer y se tenga que variar el acuerdo del contrato.
Dijo que el presidente Luis Abinader debe agradecer el haber encontrado en el Congreso Nacional legisladores “ingenuos y genuflexos” que votaron a favor de los contratos, al tiempo de pedir excusas al pueblo dominicano por hacerlo.
“Luis debe darle gracias a Dios que encontró un grupo de ingenuos y genuflexos en el Congreso Nacional para hacer las cosas que nosotros hemos hecho, yo la verdad le pido perdón al pueblo dominicano, no solamente por el adefesio de AstraZeneca sino peor todavía y donde yo tengo fuertes sospechas y legitimas sospechas con el negocio que se hizo con Pfizer”, dijo en la sesión de este jueves.
Rojas Gómez explicó que el contrato con Pfizer indica que se “exime a la farmacéutica estadounidense de cualquier responsabilidad legal por eventuales retrasos en la entrega de las dosis de vacunas”, además que bajo “ninguna circunstancia Pfizer estará sujeta o será responsable de sanciones por demora en la entrega”.
El presidente Luis Abinader aseguró el pasado 28 de marzo que el país no recibirá las vacunas de Astrazeneca que fueron contratadas por el Estado y que no se entregaron en los plazos acordados, al tiempo de afirmar que la farmacéutica “aceptan y nos las entregan en la medida en que nosotros la necesitemos o habrá arbitraje o iremos a la justicia”.
Sin embargo en el contrato la farmacéutica se blindó al poner una cláusula que establece que el país renuncia al derecho de reclamar a la compañía por retrasos en la entrega.