Bomberos de La Vega trabajando a “mano pelá” sin equipos
Los bomberos de La Vega están trabajando “a mano pelá”, sofocando los incendios forestales que se desatan con mucha frecuencia en la zona montañosa de esa provincia y en la ciudad con gran desarrollo industrial.
El general César Arturo Abreu, del Cuerpo de Bomberos de esa ciudad cibaeña describe las precariedades por las que atraviesan y los desafíos que enfrentan en una época de sequía en la que se han desatado ya feroces incendios forestales.
“Se les pide mucho a instituciones como los bomberos pero somos la institución que menos tenemos, no manejamos presupuesto directamente del Presupuesto Nacional, manejamos ayudas, y con ayudas lo que podemos hacer es muy limitado”, dijo Abreu.
Reconoce que una parte de los bomberos forestales tiene un equipo más especializado que el que ellos poseen, porque básicamente “un trabajo forestal de tierra es hacer las trochas de lugar”.”
El grado de inclinación del terreno, espacios acuíferos, terrenos pedregosos y vías intransitables son diversos factores a los que se enfrentan los bomberos que con distintas estrategias realizar las labores para poder mitigar los incendios forestales.
Amarrados uno con otro y caminando debido a la falta de equipos especializados, es como realizan las famosas “trochas” para poder contener el fuego que llega a afectar la fauna y flora de espacios protegidos.
Una camioneta GPC 4×4, con un tanque de 325 galones de agua, dos mochilas dispersores, seis colines, hachas, motosierras, tres palas, cuatro picos, son algunas de las herramientas con las que cuentan los bomberos de la demarcación.
“Esa es la unidad de respuesta primaria en un incendio forestal, y ahí no caben más de cuatro personas, cada vez que ese camión sube a hacer su trabajo es con cuatro miembros, o sea, tiene que bajar, cargar y volver a subir con cuatro miembros más”, puntualizó Abreu.
Indicó que a veces lo que hacen es usar vehículos propios de bomberos voluntarios, pero “no podemos poner en riesgo esos equipos que no son nuestros”, agregó.
Expresó que es una pena que la primera respuesta que tienen los dominicanos ante un desastre, llámese sismo, fuego o cualquier tipo de evento de la naturaleza que provocará daño a la persona “no se cuente con los elementos suficientes o de mayor desarrollo que necesita”.
“Por eso nosotros entendemos que debe haber una atención primaria en República Dominicana que cuente con lo que yo vi el 27 de febrero: muchas instituciones con equipos nuevos, vehículos y tecnologías especializadas, un servicio de drones, muchas armas desplegadas del hombro de cada soldado, helicópteros, aviones, pero nada de bomberos”, deploró.