Cada vez más niños y jóvenes con diabetes en RD

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En la República Dominicana la diabetes es una enfermedad que aumenta su presencia en la población más joven, mientras que cada año se están diagnosticando unos120 niños y adolescentes con ese mal.

Los datos son ofrecidos por  el presidente de la Sociedad Dominicana de Endocrinología Pediátrica, doctor Elbi Morla,  quien estima en un nueve por ciento la población adulta del país que está sufriendo esa condición.

“Cuando yo comencé era excepcionalmente raro ver un diabético por debajo de los dos años, ahora tu encuentras recién nacidos, lactantes y adolescentes con diabetes tipo II por obesidad”, añadió Morla.

Un estudio realizado por la entidad establece que la cifra de diabéticos aumentó considerablemente durante la pandemia de COVID-19, comportamiento observado en otros países.

El pediatra endocrinólogo resalta que la diabetes es una enfermedad crónica que necesita controles de por vida.

“Ellos necesitan insulina varias veces al día y control de su glicemia a través de un glucómetro”, dijo el galeno sobre los niños diagnosticados.

“Hace muchos años (cerca del 2010), cuando el doctor Bautista Rojas Gómez era ministro de Salud, se creó de la mano del Programa de Medicamentos Esenciales (Promese), el Programa Medicamento Diabético (Promedia), que suplía los insumos que se necesitaban, pero se limitó a 200 niños y se ha quedado así”, comentó el especialista.

Doctor Elbi Morla Báez

Sobre el costo financiero de atenderse la diabetes, señala que cuando los pacientes van a los hospitales y tienen seguro, en uno dos meses absorben la cobertura que tienen para el año entero, por lo que favorecen aumentar la cobertura.

Ampliar el programa y darle cabida a todos los niños y adolescentes diagnosticados tendría un costo anual de 21.6 millones de pesos, incluyendo la insulina, tirillas, glucómetro y charlas educativas para los pacientes y sus tutores.

Por su parte, la gerente del servicio de endocrinología del Hospital Robert Reid Cabral, Rosario Almánzar, advirtió que un diabético no debe interrumpir su tratamiento médico.

Si un paciente no tiene recursos para medicarse diariamente, “va a tener riesgo de hiperglimecia, a largo plazo, riesgo de daño de órganos y una cetoacidosis diabética que conlleva a una deshidratación importante, alteración respiratoria, alteración metabólica y un riesgo de muerte alto por coma diabético”, explicó Almánzar.

 

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