El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha declarado este martes la existencia de un “conflicto armado interno” en el país, lo que implica el despliegue inmediato y la intervención de las fuerzas de seguridad contra el crimen organizado.
El país vive en estas horas una escalada de terror y violencia sin precedentes. A las dos de la tarde, la transmisión de TC Televisión se interrumpió y un grupo de delincuencia organizada tomó como rehenes a los periodistas.
En señal en vivo y a nivel nacional, todo el país presenció cómo cerca de diez hombres encapuchados y armados apuntaban a los trabajadores del canal en la ciudad de Guayaquil. En casi media hora en directo, en la que los periodistas suplicaban que no les hicieran daño, se escucharon disparos en el set de televisión. Después, se cortó la señal.
El mandatario, que empezó su período hace menos de dos meses, ha tomado la decisión de declarar el estado de guerra un día después de decretar un toque de queda nocturno. Además, ha declarado a 22 grupos de delincuencia organizada como terroristas y ha dado la orden a las Fuerzas Armadas de ejecutar operaciones militares para neutralizarlos
En las imágenes en vivo del canal se observa a varios encapuchados amenazar a trabajadores, a quienes exigían que pidieran en directo a la Policía, que había llegado al lugar, que se retirara. Los agentes, sin embargo, han logrado acceder al interior y dos horas después de la toma han logrado rescatar a los rehenes y han detenido a 13 asaltantes.
La ola de atentados que desde hace tres días somete al país ha escalado este martes, sobre todo en Guayaquil, la ciudad más poblada del país y epicentro de la gravísima crisis de seguridad que asfixia a los ecuatorianos. En la ciudad costera, un grupo de delincuentes también intentó entrar en el Hospital Teodoro Maldonado Carbo. En redes sociales circulan videos de estudiantes de la Universidad de Guayaquil encerrados en sus aulas para ponerse a salvo de los supuestos delincuentes que habrían accedido al centro educativo y en la Universidad de Machala, en la costa ecuatoriana, también se vivieron momentos de caos con estudiantes y personal corriendo desesperados fuera de la institución después de que sospechosos ingresaran a las instalaciones.
En Quito, la capital, la situación también es delicada, varios negocios se han visto obligados a cerrar por saqueos. Cerca de las tres de la tarde, los funcionarios del Palacio de Carondelet, en el centro histórico, y otras instituciones del Estado han sido evacuadas por seguridad. El caos de tráfico en la capital a estas horas es mayor que cualquier otro día y varios centros comerciales de Quito, Guayaquil y Manta han cerrado sus puertas.
La escalada violenta era una bomba de tiempo que le ha estallado a Noboa en las manos. El país, en niveles históricos de inseguridad con 40 homicidios por cada 100.000 personas, estaba a la espera de que se concretase el proyecto del nuevo presidente para atajar la violencia y lograr el control de los centros penitenciarios. Que el Estado tome el control de las cárceles, donde hay 31.300 personas presas, es parte de las estrategias de seguridad que los últimos tres gobiernos han prometido sin éxito.