Carlos Pimentel va en auxilio de Bartolomé, su compañero Marcha Verde
Explica por qué se suspendió cuestionada licitación
El director de Compras y Contrataciones, Carlos Pimentel ha ido en auxilio de su viejo compañero de la Marcha Verde, Bartolomé Pujals, en el ojo del huracán al salir a relucir los aprestos para materializar una licitación por más de 300 millones de pesos en un proceso que ha generado cuestionamientos.
Este viernes, Pimentel dijo que las irregularidades que se atribuyen a la licitación lanzada por Pujals en la Oficina Gubernamental de Tecnologías d ela Información y Comunicación (OGTIC), no tienen asidero, aunque admitió que hicieron observaciones al pliego del proceso.
Esto luego de que el propio Pujals enviara una carta pública en la que detallaba cada uno de los puntos denunciado que provocaron descontinuar la licitación.
Pimentel, aseguró este viernes que las acusaciones en contra de Pujals y su gestión son infundadas, al tiempo de asegurar que la cancelación del proceso fue hecha por la misma OGTIC, para fortalecerlo y volver en enero.
“Son infundadas, carecen de un análisis técnico y legal con niveles de rigor. La OCTIC decidió por motus propio suspender su proceso y robustecerlo para lanzarlo en enero, porque las operaciones contables del Estado Dominicano cierran en el día de hoy”, indicó Pimentel.
Asimismo, aseguró que la DGCP “hizo observaciones a ese pliego, como hace con los procesos de contratación y esas recomendaciones indicaban que el cronograma previsto por la OCTIC se tenía extender, y extendiendo el cronograma no iba a dar tiempo dar un gasto más allá del 15 de diciembre, es decir hoy”.
Pimentel sugirió además a la OCTIC retomar su proceso en enero, desde que tenga disponibilidad presupuestaria por estar en medio de un “proceso legítimo”, al tiempo de asegurar que esas “denuncias son hechas para desinformar” o por quienes pretenden “manipular la información”.
Más temprano, Bartolomé Pujals había escrito una carta en la que explicaba el proceso, así como para desmentir la supuesta intimación hecha en contra del comunicador Kelvin Faña, director del periódico El Pregonero, quien denunció las supuestas anomalías.