Cooperación internacional permitió arresto narco de las bananas

Por Jeannette Kranwinkel.
Las investigaciones por narcotráfico no se están engavetando y con la cooperación internacional están cayendo capos que venían operando de manera impune, enviando cargamentos de cocaína por los muelles camuflados de productos agrícolas.
Es lo que ha acabado de ocurrir con Yerfri Rafael Santana Durán, quien estaba detrás del cargamento de cocaína decomisado por el puerto de Manzanillo en cajas que contenían también guineos con destino a Europa.
Se trató de 316 láminas con un peso de 102 kilos de cocaína que la organización de Santana Durán trató de exportar el 23 de septiembre del 2024 con destino a un país europeo.
La operación de las «Narcobananas», fue realizada por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) que en la actual gestión ha profundizado los lazos de cooperación con agencias internacionales.
Este lunes 17 de marzo se conocerán las medidas coercitivas contra Santana Durán, vinculado con familias políticas en el noroeste del país.
La Procuraduría Especializada Antilavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo y la Fiscalía de Montecristi han solicitado para el imputado 18 meses de prisión preventiva, como medida de coerción
De acuerdo con la información compartida por la Procuraduría General de la República, Santana Durán era encargado de transportar en sus vehículos los cargamentos de drogas y lavar los activos de la organización.
Al enterarse de que era objeto de una investigación por narcotráfico, el narco trató de huir del país por el aeropuerto del Cibao.
En el arresto se le ocupó un vehículo de alta gama, del año 2025, marca Isuzu, modelo D-Max, la suma 7,899 dólares y 10 mil pesos dominicanos, así como prendas de alto valor económico.
En octubre de 2024, días después del decomiso de la sustancia, Santana Durán, se había ido con destino a Newark, Estados Unidos, regresando 19 días después, cuando ya se había presentado medida de coerción en contra de la estructura.
Por el hecho también están sometidos a la justicia, con medidas de coerción los socios de la empresa Banalasa, SRL, José Rafael del Carmen Santana Liz y Miguel Tomás Rodríguez Almonte, quienes, según la acusación, siendo representantes de esa compañía, fueron los responsables de colocar la sustancia controlada en un sofisticado embalaje de láminas, proceso que debe hacerse dentro de las instalaciones, con un personal a cargo.
Además, Osiris Peralta Cabrera, Armando José Infante y Roberto Antonio Infante, «todos partes de la estructura criminal» dedicada al lavado de activos, a través del narcotráfico.