Derrota de Bolsonaro rompe “armonía” familiar

La campaña electoral, basada en la “familia tradicional brasileña” como uno de sus pilares, solo sirvió para disfrazar la crisis que arrastra desde hace años entre Michelle, esposa del “03”, y Jair Bolsonaro (PL), quien tiene como uno de sus el eje principal es el segundo hijo del presidente, el concejal Carlos Bolsonaro (PL-RJ), fruto de su primer matrimonio con Rogéria Nantes.

A menos de 24 horas de la derrota en las urnas, Michelle y Jair dejaron de seguirse en Instagram, haciendo públicas las desavenencias que suceden en la vida privada. Entonces Carlos dejó de seguir a su madrastra.

La armonía familiar que vendieron en medio de la campaña el presidente saliente Jair Bolsonaro, su esposa e hijos, no era más que un recurso electoral para ganar votos en las iglesias evangélicas.

Madre de dos hijas, una con Jair y otra con una antigua relación, Michelle Bolsonaro mantiene una relación conflictiva con Carlos y Jair Renan, fruto de la relación del presidente con Ana Cristina Valle.

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El desencuentro con Carlos se remonta a las elecciones de 2018, pero se profundizó hace aproximadamente un año y medio, cuando Michelle comenzó a criticar la vida presidencial, coordinada por su hijo.

“VIVO QUE NO TIENE ACCESIBILIDAD @jairmessiasbolsonaro no se merece un like. Respeto a la comunidad sorda”, publicó en las redes en ese momento, directo a Carlos.

Meses después, con el asedio del Supremo Tribunal Federal (STF) a la oficina del odio, Jair llamó a su hijo Carlos a vivir a Alvorada, estancia que duró unos seis meses.

El miedo con que Alexandre de Moraes ordenaría la detención llevó a Carlos a la Alvorada, contradiciendo a Michelle, que tuvo un ataque de ira. La convivencia forzada aumentó la tensión en la relación entre ambos.

Carlos Bolsonaro, el hijo de Jair Bolsonaro.

Sin embargo, Jair Bolsonaro cosió un acuerdo para izar la bandera blanca en la familia durante la campaña electoral. Sabía que una crisis familiar haría implosionar el discurso pro-familia, utilizado principalmente para mantener el electorado evangélico.

Aun así, los allanamientos continuaron. En las redes, Michelle pintó a Carlos al “olvidarlo” en una foto del Día del Padre en la que incluso estuvo presente Jair Renan.

La resistencia inicial de la primera dama a entrar en campaña, considerada fundamental para ganar votos en el electorado femenino, también enfureció a Carlos.

En la recta final de la campaña, el son 02 se puso por delante, sobre todo en los debates. Michelle fijó su propia agenda e hizo campaña lejos de Jair, quien casi siempre estuvo acompañado por Carlos.

Más de 12 horas después de la derrota, el silencio aún reina en el clan. Sin embargo, los unfollows muestran que el intercambio de culpas por la derrota aumentó la crisis en la familia Bolsonaro. 

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