El beso que ha levantado una tormenta política-deportiva en España

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, sigue pagando las consecuencias de su beso a la jugadora Jenni Hermoso el pasado domingo durante la entrega de trofeos de la final del Mundial femenino, un gesto que ha sido criticado por el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien considera su disculpa “insuficiente”.

“Creo que lo que vimos fue un gesto inaceptable, que las disculpas de Rubiales no son suficientes, hasta incluso no son adecuadas, tiene que continuar dando pasos para aclarar lo que vimos”, ha destacado Sánchez este martes en una declaración desde el Palacio de la Moncloa.

Estas palabras han estado precedidas de una cascada de críticas de varios ministros a la actitud de Rubiales, que ha logrado, incluso, poner de acuerdo al PSOE y al PP, cuya portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, ha calificado de “bochornosa” la actitud del presidente de la RFEF, aunque ha aplazado las posibles consecuencias para no “ensombrecer” el éxito de la selección femenina.

“Un eje fundamental debe de ser el respeto a las mujeres y lo que vimos fue bochornoso pero quiero destacar lo que han conseguido”, ha insistido Gamarra en rueda de prensa este martes en el Congreso.

La portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Rodríguez, también pidió ayer a Rubiales una “reflexión” sobre lo ocurrido. “Es muy importante que cada uno asuma su responsabilidad”, expresó Rodríguez en declaraciones a TVE durante la celebración del título en Madrid Río, desde donde pidió “que nuestros comportamientos no sean opuestos a lo que representa esta victoria, que es el avance de las mujeres”.

Otros ministros, como la titular de Igualdad, Irene Montero, y el de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ya recriminaron el gesto del presidente de la RFEF el mismo domingo, críticas a las que se han unido los principales partidos políticos.

Desde Sumar han subido el tono y piden la dimisión del presidente de la Federación, a quien la líder de la formación y vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, ha pedido que active los protocolos por considerar que se “ha vejado y agredido” a una mujer.

También ha exigido la dimisión de Rubiales el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, quien ha calificado al mandatario federativo de “energúmeno”.

Rubiales también está recibiendo presiones en la esfera deportiva, con posiciones como la de la presidenta de la Liga Femenina española, Beatriz Álvarez, quien aseguró ayer que se “siente avergonzada” de la imagen que está dando el fútbol español por “el comportamiento inaceptable” del presidente de la Federación.

Álvarez ha dicho a EFE que no le “sorprende” la actitud de Rubiales y mantiene que “ni el Gobierno de España ni el presidente del Consejo Superior de Deportes pueden volver a ponerse de perfil, ni pasar por alto una nueva actuación que ha dañado de manera irreparable nuestro deporte”.

Por su parte, el presidente de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol en España (Cenafe), Miguel Galán, ha presentado una denuncia contra Rubiales ante el Consejo Superior de Deportes (CSD), dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte.

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