El café se pone amargo y lejos de consumidores
Los bebedores de café en toda Latinoamérica seguirán pagando caro cada taza por cuenta de una tormenta perfecta: la elevada inflación que trajo consigo la reactivación económica tras la pandemia, un clima extremo, los desafíos logísticos que supuso la covid-19 y la crisis del suministro de fertilizantes a causa de la invasión rusa a Ucrania.
Estos factores no solo han puesto en riesgo el suministro del café para millones de consumidores, sino que vienen disparando las alarmas en los mercados financieros desde 2021 cuando el precio del grano alcanzó cifras no vistas en una década, con cerca de un aumento del 80 %.
EL ‘MAL CLIMA’ DEL CAFÉ BRASILEÑO
Uno de los capítulos más fuertes de esta crisis se escribe en Brasil desde 2021. El año pasado, los cultivos fueron golpeados por la furia del clima: primero con una sequía prolongada y, meses más tarde, con la peor helada que vivió el país desde 1994.
En ese contexto —en el que en opinión de los analistas consultados por Efe también han influido los problemas de logística vinculados con la pandemia— el precio medio del saco de café aumentó un 74,5 % en el último año, tras pasar de los 131 dólares en el primer trimestre de 2021 a los 228 dólares entre enero y marzo de este año, según los datos de Consejo de los Exportadores de Café (Cecafé).
Los colombianos también han sentido en sus bolsillos el peso de la inflación del café de los últimos meses. El precio de este producto indispensable en la canasta familiar ha subido en un año casi un 30 %.
Además, la inflación del grano y sus productos derivados fue del 29,36 %, entre abril de 2021 y marzo de 2022, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Es, por lo tanto, uno de los alimentos que más han disparado su valor, junto con la papa, el plátano, la yuca, los aceites comestibles y la carne.
Las “persistentes condiciones climáticas poco favorables” han afectado la producción del grano, que cayó un 16 % en febrero pasado, explica la Federación Nacional de Cafeteros.
Cabe resaltar que Colombia es el mayor productor mundial de café arábigo suave lavado, y que esta actividad es el sustento de unas 540.000 familias campesinas.
En Perú, el décimo productor mundial de café, el proceso inflacionario “todavía no se siente” en el negocio. De hecho, se espera que al menos hasta mediados del año se mantengan los precios de 2021, que oscilan entre los 10,8 dólares y 21,6 dólares por kilo, según la calidad del producto.
Esto se debe a que hasta junio de este año los productores seguirán vendiendo el café de la cosecha pasada, cuando los precios de los fertilizantes no estaban tan altos ni la disponibilidad era tan escasa, explica a EFE el gerente de la Junta Nacional del Café (JNC), Lorenzo Castillo.