El Gobierno, entre escándalos y tragedias

Por Guillermo Tejeda

(Director Resumen Final de Noticias)

El gobierno del presidente Luis Abinader ha navegado en turbulentas aguas en este 2023 que ha entrado en su recta final, con una mezcla de escándalos protagonizados por funcionarios y tragedias que han evidenciado la incapacidad para gerenciar momentos de crisis.

El fuego escándalo en el Intrant con los semáforos inteligentes con un cuestionado contrato por más de mil 300 millones de pesos, no se ha podido sofocar con la intervención de la Dirección de Compras y Contrataciones y la «licencia» otorgada al director del organismo, Hugo Beras.

El de los semáforos inteligentes es un ruido que aunque no se quiera admitir, ha puesto en rojo a un gobierno que ha utilizado la transparencia como uno de sus slogans, pero como dice el refranero popular «del dicho al hecho, hay mucho trecho».

Las tragedias también parecen perseguir a la actual administración, donde uno de sus más influyentes ministros fue asesinado por un dirigente de su partido en su mismo despacho, en un hecho en el que desde un principio se movieron los hilos del Palacio Nacional para evitar que se destapara la hoguera de la corrupción con los permisos medio-ambientales.

Así como la corrupción no se ha podido prevenir, tampoco las muertes y daños materiales provocados por fenómenos atmosféricos, que han sorprendido a unos funcionarios damnificados de gerencia para abordar la más mínima crisis.

El diluvio del 2022 que dejó a su paso una estela de ciudadanos muertos en las inundaciones que arrojaron pérdidas materiales también cuantiosas, no fue asimilado por los responsables de los organismos de protección civil,  ni los alcaldes del Distrito Nacional y el Gran Santo Domingo.

Por eso los mismos resultados trágicos ocurridos el sábado 18 de noviembre pasado, cuando unas lluvias que no llegaban a tormenta, mataron a 30 dominicanos, 17 de ellos en Santo Domingo Norte, donde en la campaña electoral,  quienes hoy gobiernan,  prometieron soluciones en barrios atravesados por cañadas y otras causas de las inundaciones.

El desplome de uno de los laterales del Paso a Desnivel de la 27 de Febrero con Máximo Gómez también sirvió para poner al desnudo las falencias en el programa de mantenimiento de las grandes obras viales en la capital, lo que se ha querido revertir atribuyendo «fallas estructurales» en proyectos que tienen en servicio casi 25 años y nunca se había desprendido una losa.

Nada se ha hecho, más que negocios en los organismos responsables, para frenar las matanzas de los accidentes de en las carreteras, a lo que se atribuye la tragedia de Quita Sueño de Haina, donde una patana arrastró hacia un precipicio una guagua de pasajeros, con un saldo de 11 muertos y heridos.

El montón de cadáveres acumulados por las tragedias que han perseguido la gestión del presidente Abinader, con una explosión aún sin resolver en San Cristóbal que dejó unas 40 víctimas, entristecen las navidades de muchas familias que no le convencen las «brisitas» con las que el gobierno pretende esconder la realidad, con bonos y fiestas cuando están vestidas de lutos padres, hijos y demás familiares de quienes han partido a destiempo por la negligencia de las autoridades.

Es un verdadero ventarrón lo que sacude al gobierno, aunque quieran reducir los fuertes vientos de los escándalos y las tragedias, con el espectáculo de las luces de Navidad y una «brisita» que no aplaca la indignación ciudadana.

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