El merengue sin letra en la auditoría CC en la Policía
La cacareada auditoría realizada por la Cámara de Cuentas en la Policía Nacional, no ha revelado nada que no se sepa en la historia de la institución del orden.
Los auditores de la Cámara de Cuentas se quedaron cortos y se concentraron en la falta de controles que ha caracterizado la Policía Nacional desde que su antiguo jefe, el general Belisario Peguero instaló la empresa interna denominada “Cantina Policía Nacional, C. por A” en la década del 60.
Se recuerda que ahora, como parte de la reforma policial que se promueve desde el Poder Ejecutivo, la institución ha sido incluída en la lista de los cuestionados fideicomisos, alianzas público-privadas que no se sabe como se aplicará por las delicadas funciones de la Policía Nacional.
El experticio del organismo fiscalizador señala que la Policía Nacional no cuenta con un plan estratégico actualizado donde se identifiquen los objetivos estratégicos y misionales respecto a los controles internos, de conformidad con las matrices de las matrices de las Normas Básicas de Control Interno (Nobaci).
“No existen evidencias de la implementación de manera formal de las normas de segundo grado, aplicables a los procesos y actividades operativas, administrativas, financieras y de tecnología de la información, para garantizar que los recursos administrados revelen transparencia, eficiencia y economía razonable, conforme a la naturaleza de sus actividades. Esto expone a la entidad en riesgos con frágiles controles internos para mitigar las ocurrencias de eventos lesionadores de los recursos administrados”, indica.
Indica que como resultado de la evaluación del sistema de control interno, se evidencia la necesidad de un plan para lograr los requerimientos establecidos por la Contraloría General de la República.
La CCRD identifica, analiza y valorados los riesgos que podrían afectar la consecución de dichos objetivos de no aplicarse un plan inmediato.
“En tal sentido, es imperativo que la máxima autoridad y los demás estamentos de poder de esta institución, dirijan su mirada y accionar a todo el sistema de control interno a fin de atender y trazar un plan de diseño, implementación y seguimiento a los resultados obtenidos”, indica.
Entre los hallazgos del órgano de control, se destaca que la entidad no tiene identificado listados y analizados los riesgos que, de materializarse, podrían afectar la consecución de los objetivos de la Policía Nacional, lo que impide la posibilidad de evaluar si los controles existentes mitigan los riesgos probables a que ocurran eventos que lesionen los objetivos institucionales.
En el análisis aplicado a los requerimientos del componente ambiente de control, se verificó que un 84% fue realizado (existe y está aprobado) y un 16% no fue realizado.
En cuanto al criterio de socialización, se verificó que un 7% fue socializado y un 93% no fue socializado.
En el análisis aplicado a los requerimientos del componente evaluación y administración de riesgos, se verificó que un 32% fue realizado (existe/autorizado) y un 68% no evidenció su realización.