El presidente de la Suprema dice justicia se centra en personas

El presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) afirmó que el país hoy tiene una justicia centrada en las personas, orientada al servicio, aliada a los derechos y abierta a la sociedad.
No obstante, resaltó que esa transición no ha sido automática ni uniforme, sino el fruto de generaciones de jueces y juezas, de académicos, de servidores judiciales, de líderes sociales y políticos que han empujado desde distintas fuentes hacia un modelo institucional más digno y cercano.
“Y entre estos, el nombre del fallecido magistrado Rafael Luciano Pichardo resuena para todos nosotros. Su legado alimenta precisamente lo que hoy necesitamos fortalecer: una ética judicial que no dependa del temor a la sanción, sino del compromiso con el ideal de justicia. Que no sea impuesta desde fuera, sino cultivada desde adentro”.
«La ética judicial no puede ser una virtud decorativa, sino una práctica viva y esencial para sostener la democracia», afirmó Molina, al advertir que en tiempos de amenazas al estado de derecho es «urgente» reivindicar los principios que legitiman la labor judicial.
El magistrado hizo un análisis sobre la ética judicial durante la Cátedra Dr. Manuel Bergés Chupani: «Integridad Judicial», organizada por el Tribunal Constitucional (TC) en el auditorio de la Universidad Católica de Santo Domingo.
En ese escenario, sostuvo que hoy hace falta levantar todos los espacios democráticos y reivindicar su naturaleza y su carácter para enfrentar los nuevos populismos fascistas de izquierda y de derecha.
Fue enfático al decir: «El tema de la ética judicial no puede ser más pertinente en este momento. En tiempos de desconfianza, de discursos simplificadores y de amenazas autoritarias al estado de derecho, se hace necesario y urgente reivindicar los pilares que hacen legítimo nuestro trabajo».
Expuso que implementar la ética implica la voluntad de renunciar a cualquier forma de privilegio o favoritismo. “Es, en definitiva, saber que juzgamos vidas ajenas. Eso supone una gran responsabilidad”, agregó.
En la cátedra, en su quinta edición y la primera impartida por Henry Molina, el juez se remontó al pasado del país en materia de justicia, afirmando que la historia de la justicia dominicana ha sido una de transición, al igual que en toda América Latina.
“Venimos de un pasado de justicia autoritaria, jerárquica, opaca, heredada de la colonia. Una justicia que servía al poder más que al derecho, que consolidaba privilegios más que garantizaba libertades. Por eso, con el aporte de generaciones, hemos ido avanzando hacia una justicia democrática”, manifestó.