En el Senado también precipitan aprobación proyecto aranceles
Faride lleva la voz cantante
Por Jeannette Kranwinkel.
El Senado de la República, donde el oficialismo no tiene dificultades por su abrumadora mayoría, aprobó este miércoles en primera lectura y sin muchas discusiones, el controversial proyecto que establece tasa cero para más de sesenta productos con lo que el gobierno pretende bajar los galopantes niveles inflacionarios que han comenzado a deteriorar la imagen del presidente Abinader.
Una comisión sólo tomó una semana para “analizar” la pieza, que es cuestionada tanto por los productores agropecuarios, como por industriales.
Esa comisión no escuchó a ninguno de los sectores que han alertado sobre lo nocivo para la producción nacional de esas importaciones que según se ha denunciado, beneficiarán a un reducido grupo de empresarios con los que se tendrían compromisos de campaña.
La votación concluyó con 20 votos a favor y 8 en contra.
La ley procura enfrentar temporalmente la inflación provocada, según el gobierno, por fenómenos externos, con énfasis en la invasión de Rusia a Ucrania y la pandemia del COVID-19.
En esta hay establecidos 67 productos de la canasta básica que podrán ser traídos sin el pago de aranceles, pero que serán regulados por una comisión.
Justamente este detalle fue agregado al proyecto, luego de que Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) y de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) presentaron un documento con recomendaciones a la Cámara de Diputados.
Dichas modificaciones se limitan al párrafo III del artículo uno que establece lo siguiente: “La Comisión para las Importaciones Agropecuarias podrá limitar, con topes cuantitativos, vía cuotas, la importación de estos productos y determinará los mecanismos de administración correspondientes para cada caso”.
De la misma forma, señala que en cuanto a los productos de la Rectificación Técnica, la Comisión dispondrá una cuota de importación antes de la aplicación de la tasa cero.
El proyecto aún debe ser conocido en una segunda lectura, donde se da por un hecho que se aplicará la mayoría mecánica del oficialismo para aprobarlo.