En libertad el villano tragedia Jet Set que se vendió como héroe

El joven que se inventó historias de rescate de víctimas del Jet Set, apresado por la policía por denunciar también que rescatistas y policías despojaban a los afectados por el derrumbe de sus joyas, fue puesto en libertad tras pagar una fianza.

Rafael Rosario Mota, mejor conocido como El Foster, fue liberado de la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, tras pagar una fianza de 200 mil pesos por contrato.

Esta fianza la impuso la jueza Fátima Veloz de la Oficina de Atención Permanente de esta jurisdicción.

Mientras el Foster fue detenido y sometido a la justicia, todavía el Ministerio Público no ha tomado ninguna acción contra el empresario Antonio Espaillat, quien desde que ocurrió la tragedia en su negocio, no se ha visto ni en los centros espiritistas, rehuyendo dar el pésame hasta a los familiares de sus colaboradores muertos y a los deudos de Rubby Pérez, el popular merenguero que pereció en el lugar.

El joven acudió a varias plataformas digitales y concedió entrevistas a medios internacionales relatando sus «acciones» en medio del colapso de la discoteca propiedad del empresario Antonio Espaillat, donde ocurrió la más grave tragedia de la República Dominicana con un saldo hasta el momento de 232 muertos.

Rosario Mota afirmaba haber rescatado a 12 personas, incluyendo a una comunicadora.

De acuerdo con el informe policial, el acusado realizaba un media tour con versiones “inventadas” de los hechos, aprovechando la tragedia para obtener visibilidad y beneficios económicos.

“El arresto se produjo cuando este individuo salía de una nueva entrevista en la que volvió a difundir información falsa, empañando la labor de los verdaderos rescatistas”, indicó la Policía Nacional en un comunicado.

Acusaciones de difamación contra agentes de rescate
Rosario Mota también fue acusado de difamar a los equipos de socorro y a la propia Policía, al declarar públicamente que durante el operativo de salvamento hubo “favoritismo” en el rescate de víctimas.

“Fingir un acto heroico no solo es una falta grave a la verdad, sino un acto que desacredita el trabajo valiente de quienes arriesgaron sus vidas para salvar a otros”, agregó la institución del orden.

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