Entra en su tercer día huelga empleados del Metro SD
Al entrar en su tercer día la huelga de empleados del Metro de Santo Domingo, el director de la OPRET, organismo que maneja sus operaciones, califica como «un acto terrorista» la protesta pacífica que busca que se atiendan una serie de reivindicaciones pactadas desde hace meses.
Mientras que siguen las presiones y las cancelaciones de quienes han manifestado respaldo al grupo de empleados, muchos de ellos conductores, que declararon una huelga de brazos caídos.
«Solamente el viernes pasado cancelaron 17, el martes en lo que estuvimos acá iniciando la protesta enviaron un alguacil con 10 cancelaciones más y ayer miércoles comenzaron llamando desde las 8:00 de la mañana y hoy no sabemos a quién más llamarán porque ellos arrancan la fiesta a partir de las 8:00», expresó Anthony Sierra.
Expresaron que continuarán en pie de lucha frente a la estación Juan Pablo Duarte, ubicada en la avenida John F. Kennedy esquina Máximo Gómez, hasta que las autoridades los atiendan.
Mientras que el director de la Oficina para el Reordenamiento de Transporte (Opret), Rafael Antonio Santos, dijo este jueves que el llamado a paro de los operadores del Metro de Santo Domingo, quienes exigen una serie de reivindicaciones y rechazan las recientes desvinculaciones «injustificadas», «está muy cerca de un acto de terrorismo».
“El Metro es una institución que ha sido considerada como de alta seguridad nacional por lo que implica, tú puedes parar el Metro y parar la ciudad, usted sabe lo que está afectando… tú tratar de hacer un acción de esa naturaleza está muy cerca de un acto de terrorismo», indicó el funcionario obviando el derecho a la protesta consagrado en la Constitución de la República.
Puntualizó que en el Metro de Santo Domingo transporta 350 mil personas al día que van a sus empleos, a estudiar, etc, y «eso no es un juego, por eso califico esa decisión como de algo tremendista porque ellos saben donde trabajan y la naturaleza de su contrato” expresó Santos quien también calla la respuesta a las reivindicaciones enarboladas por los empleados cancelados.