Con miedo e incertidumbre regresan a clases niños en Uvalde
La vuelta a clases para los estudiantes en Uvalde, Texas, ha significado temor y trauma tanto para los niños como para el personal que hacen vida en la institución educativa. Aquel 24 de mayo representó un día trágico no solo para Uvalde, sino para el país, pues dentro de las aulas se protagonizó uno de los tiroteos masivos en escuelas más mortíferos en Estados Unidos.
Los nervios no solo pesan en los niños de la comunidad, sino en sus padres. Tal es el caso de Ashley Morales, quien no ve otra opción sino llevar a su hijo Jeremiah de regreso a clases.
“Estoy muy nerviosa, asustada”, manifestó Morales en declaraciones a The Associated Press, cuyo hijo cursaba tercer grado en la escuela Robb cuando ocurrió la masacre, en la que perdió a tres de sus amigos.
En un encuentro para conocer a los maestros una noche reciente, Ashley dijo sentir ansiedad mientras caminaba por la escuela. “Dios mío, esto está empezando de verdad; está comenzando el año escolar”, agregó.
A. J. Martínez, de 10 años, recibió un disparo en el muslo cuando ocurrió el tiroteo. Estaba escondido debajo de las mochilas mientras 19 de sus compañeros y dos maestras sucumbían a las balas dentro del salón.
En un relato ofrecido a CNN, Martínez contó que vio al sospechoso Salvador Ramos decirle a su maestra “buenas noches”, momentos antes del tiroteo con un rifle de asalto.
Tras el tiroteo, el niño salió de la escuela con sangre de otra persona en su rostro, algo que probablemente le ayudó a sobrevivir. Sin embargo, desde el traumático episodio, Martínez admitió que se ha sentido triste, temeroso y enojado. También ha hecho mucha fisioterapia.
“Dormí bien”, dijo Martínez vestido con una camiseta con la foto de sus compañeros asesinados, así como las dos maestras. “Mis maestras y compañeros de clase para siempre”.
Actualmente la Escuela Primaria de Robb permanece cerrada y sus estudiantes han migrado a otras instituciones o reciben clases través de educación virtual.
En el caso de Martínez, comenzó clases en la Primaria Flores, y admitió que no está seguro si haría nuevos amigos en su nueva escuela. “Estoy nervioso porque no estoy acostumbrado a esta escuela”, señaló el niño.
La tragedia que enlutó al país ha sido marcada por las denuncias a la respuesta de las autoridades, quienes tardaron 77 minutos entre el momento que inició el tiroteo hasta que finalmente ingresaron al salón de clases.