Fotos y videos desmienten “informe forense” muerte joven Ocoa
Por Williams Tell B.
Los golpes en distintas partes del cuerpo evidenciados en su cadáver, los tirones en el pavimento y su lanzamiento como un paquete cualquiera a las puertas del hospital de San José de Ocoa, constituyen la verdadera autopsia del comportamiento de los policías que apresaron al joven José Gregorio Custodio, quien falleció tras ser detenido.
Por eso las autoridades del Ministerio Público han ordenado realizar otro experticio por las dudas en la autopsia realizada por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) que determinó que el joven murió por infarto agudo al miocardio, “miocardiopatía hipertrófica ventricular”.
Y la irregularidad se refleja en el documento timbrado supuestamente del INACIF, sin la firma de los forenses, en el que se explica que José Gregorio no murió por la violencia que quedó grabada por las cámaras de seguridad y que ha visto medio país, sino que la víctima tenia “problemas cardíacos”.
El extenso informe que establece el estado en que fue llevado el cadáver y los antecedentes de atenciones médicas tras el arresto de Custodio, indican que tenía contusiones, pero que no fueron las causantes de su fallecimiento.
“Las abrasiones y contusiones solo afectaron la piel, no causaron la muerte”, dice el documento forense, desmentido por las fotos del cadáver.
También refiere que “ante un resultado toxicológico positivo para cocaína , con niveles de 833ng/ml, aislados en la muestra de orina, que aunque no representa una dosis tóxica letal, es sabido que ésta sustancia causa daños al sistema cardiovascular y en un corazón previamente patológico, sumado a la agitación psicomotriz, se desencadenaron los daños circulatorios , observados en este estudio de autopsia, evidenciado por isquemia, con el consiguiente infarto agudo al miocardio, que lleva a fallo cardíaco agudo y al fallecimiento del señor José Gregorio Custodio”.
Hasta el momento, la única sanción impuesta, movidas por la presión social, ha sido el traslado de la dotación policial donde estuvo detenido José Gregorio.
En este, como en otros casos similares, la policía ha mentido a los familiares de las víctimas.