Gobierno insiste en negar dejen pasar armas para bandas haitianas
Congresistas Estados Unidos lo denunciaron
El gobierno dominicano ha tenido que rechazar, por segunda vez, (primero lo hizo el presidente Abinader, ahora su embajadora en Washington) las fuertes y documentadas denuncias de congresistas norteamericanos y organismos de las Naciones Unidas sobre el tráfico de armas por la frontera que van a parar a manos de la bandas haitianas.
Sonia Guzmán, dijo que el gobierno dominicano trabaja con ahinco para controlar la frontera y evitar el paso de armas a los grupos delictivos haitianos.
Se refirió a la más reciente denuncia de los senadores demócratas Edward J. Markey y Elizabeth Warren, de Massachusetts; Bernard Sanders, de Vermont; Raphael Warnock, de Georgia; John Hickenlooper, de Colorado; y Chris Van Hollen, de Maryland.
Estos congresistas enviaron una carta al presidente Joe Biden poniéndolo al tanto de la situación que deja muy mal parado al gobierno dominicano, que ha proclamado que la frontera dominico-haitiana está blindada, tras un cierre forzado por la construcción de un canal de riego en Juana Méndez.
Para la República Dominicana, la lucha contra el tráfico de armas es un compromiso de Estado, en virtud de que este flagelo contribuye a generar condiciones de violencia e inestabilidad que socavan la paz, el desarrollo económico y la convivencia armoniosa de cualquier nación”, les señala la embajadora a los senadores, casi todos del ala izquierdista del Partido Demócrata. Y agrega: “Durante la administración del presidente Luis Abinader, mediante decretos, leyes y regulaciones, el Gobierno dominicano ha fortalecido sus instituciones y propiciado la creación de capacidades para el combate al tráfico ilícito de todo tipo”.
Los legisladores involucraron a la República Dominicana en el tráfico de armas en una comunicación al presidente Joe Biden, del 19 de diciembre último, en la que indagan sobre la posición de los Estados Unidos en la búsqueda de soluciones a la crisis política, social y humanitaria en la República de Haití.
En el punto cuatro de la correspondencia de Markey, Warren, Sanders, Warnock, Hickenlooper y Van Hollen al presidente Biden, se le preguntaba sobre los pasos adicionales del gobierno de su país para detener el “flujo de armas pesadas y municiones que llegan a Haití desde Estados Unidos y a través de la República Dominicana”.
A los senadores se les explica “que gran parte de la carga aduanera dirigida a Haití pasa primero por República Dominicana, debido a que la mayoría de los puertos haitianos han estado cerrados por largos períodos de tiempo por la violencia e inseguridad extrema generada por las bandas criminales en dicho territorio y porque Haití no cuenta, bajo las circunstancias actuales, con la capacidad logística para manejar el volumen de carga que reciben”.
En la carta de protesta a los seis senadores estadounidenses, el Gobierno dominicano reitera su adhesión a la lucha contra el tráfico ilegal de armas, pero también aboga con firmeza por el despliegue en Haití de la fuerza pacificadora aprobada por la Organización de las Naciones Unidas mediante la Resolución 2699.Reafirma, además, la conocida posición dominicana “de un apoyo mayor a los esfuerzos de carácter humanitario que realiza la comunidad internacional para lograr una solución duradera a la crisis haitiana”.
Para la administración del presidente Abinader es injusto “sindicar al Gobierno dominicano como responsable de tráfico de armas hacia Haití, por el ejercicio de su compromiso social, económico y de solidaridad humanitaria con el vecino país”.
La posición oficial dominicana es de asombro por el alegato de los senadores, “tomando en consideración que Estados Unidos, específicamente el estado de la Florida (de acuerdo con múltiples fuentes públicas) es uno de los principales centros de exportación de armas ilegales y municiones hacia América Latina y el Caribe”.