Gran respaldo a la caravana por la vida y contra el aborto

Las diferentes iglesias, organizaciones pro-vida y otras instituciones de la sociedad civil, volvieron a rechazar en las calles las pretensiones de legalizar el aborto en la República Dominicana.
Cientos de carros en hilera y con banderas de color azul celeste adornaron las calles del Distrito Nacional la tarde de este sábado por «la vida, la nación y la familia».
La sociedad civil junto a la iglesia católica y la comunidad evangélica atravesaron las avenidas Máximo Gómez, Jhon F. Kennedy, 27 de Febrero y Winston Churchill, entre otras, en una caravana que llevaba como insignia la frase: «No puede haber familia si no hay vida y no puede haber nación si no hay familia».
La actividad, que inició a las 2:00 de la tarde en el Estadio Quisqueya, es a raíz de la conmemoración cada 25 de marzo el Día del Niño por Nacer, establecido así en la Ley 25-01.
En las vías, muchos carros se unieron a la caravana celeste y la gente cuando veía pasar un vehículo con la bandera azul mostró su apoyo saludando.
La marcha contó con la participación de congresistas como Betty Gerónimo, Isabel de la Cruz, Orlando Salvador Jorge Villegas y autoridades eclesiásticas, como Monseñor Víctor Masalles.
«La vida no se debate, se defiende y la familia es lo más importante», dijo Gerónimo, diputada de Santo Domingo Norte. Agregó que la mayoría de los diputados son provida y que la fe de los cristianos es el mayor escudo para los ataques de otros pareceres. «Con sus piedras construiremos castillos», destacó
Mientras que los representantes eclesiásticos hicieron un llamado a que los dominicanos defiendan los valores familiares y el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte.
«El aborto no te desembaraza, te convierte en la madre de un niño muerto», dijo María Ángeles, una de las manifestantes que se trasladó desde Puerto Plata a la capital del país para participar en este encuentro por la vida.
De su lado, Masalles explicó que el Congreso y el Gobierno deben promover normativas que eleven el nivel de las familias, en lugar de justificar la descomposición de los últimos tiempos.
«RD es provida, yo soy provida», fue una de las frases más escuchadas y entonadas en toda la caravana.