Haití en el centro de la campaña electoral RD

Por Guillermo Tejeda

(Director Resumen Final Digital)

Los dos temas más cruciales que se han convertido en preocupación para el gobierno que está en jornada reeleccionista, el costo de la vida y la inseguridad, lo mismo que el brote epidémico del dengue, han sido relegados por el conflicto de proporciones mediáticas con Haití por la construcción de un canal en el Masacre.

Y es que Haití se ha convertido en el buque insignia de la campaña electoral a destiempo que se desarrolla en la República Dominicana, una película de producción oficialista que busca capitalizar una corriente seudo-patriotera, de la que el gobierno es el gran responsable por la falta de controles migratorios que ha permitido inundar las calles de inmigrantes haitianos.

El gobierno inició el relato con un pronunciamiento de la Cancillería, sacando a flote un canal que se construye hace más de dos años en el lado haitiano de Juana Méndez, que se creía zanjado en el seno de la comisión mixta bilateral en el 2021.

Sobre esa alfombra comenzó a caminar el presidente Luis Abinader con un discurso cargado de advertencias a la parte haitiana para que detenga la obra, lo que no han acatado sus promotores que ahora cuentan con el apoyo de sus autoridades, de las bandas armadas que controlan gran parte del territorio en Haití, de empresarios y políticos.

Abinader pasó de las palabras a los hechos y blandió el sable, enviando a cientos de militares con modernos y recien adquiridos equipos bélicos, que se han acantonado mayoritariamente en la frontera con Dajabón, por donde fluye el mayor intercambio comercial y el paso de haitianos.

Luego vino el cierre total de la frontera con nuestro segundo socio comercial, la suspensión de los visados y las sanciones para algunos personajes haitianos que auspician el canal de la discordia.

Y finalmente la comparecencia del presidente Abinader ante la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York, donde reiteró lo que había dicho días antes en el país en una alocución y lo repetido en otros foros internacionales sobre la necesidad de desplegar una fuerza multinacional en Haití y pidiendo que se detenga la construcción del canal.

La oposición, que desde el primer momento ha calificado de electorero el discurso del mandatario, se ha subido en el carro y solo ha faltado en los últimos días que el creole se incorpore al proselitismo político.

Los dos principales candidatos de la oposición, Abel Martínez, del PLD y Leonel Fernández, de la Fuerza del Pueblo están utilizando el tema, con el ingrediente de las críticas al gobierno del presidente Abinader, a quien le sacan en cara que en el 2021 no supo defender los intereses nacionales frente a los haitianos en los acuerdos relacionados con los recursos hídricos en la frontera.

Este fin de semana, el presidente Luis Abinader parece que ha revelado sus verdaderas intenciones, con discursos en sus jornadas reeleccionistas, en el que utiliza el tema haitiano para atacar a sus adversarios políticos, erigiéndose en una especie de “paladín” de la soberanía nacional, por sus medidas contra Haití, que en la práctica afectan también a los dominicanos.

Habrá que esperar el discurrir de los días para determinar la efectividad de esas medidas, que amenazan con convertirse en un bumerang, si se toma nota de los pronunciamientos de altos funcionarios de las Naciones Unidas y de Brian Nichols, Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, llamando al gobierno dominicano a reabrir la frontera.

Amén de las presiones que están ejerciendo ya públicamente, importantes grupos empresariales y económicos de la República Dominicana que destinan su producción mayoritariamente al mercado haitiano, algunos de ellos muy afines con el partido de gobierno, pero que tienen como prioridad sus intereses, amenazados por un cierre indefinido de la frontera.

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