Iglesia católica dominicana exhibe poder de convocatoria

En centenario coronación canónica de la Virgen

La Iglesia católica volvió a demostrar su influencia y gran poder de convocatoria al reunir a miles de feligreses en el Estadio Olímpico para conmemorar el centenario de la coronación canónica de la Virgen de la Altagracia, a cuya veneración se ha mantenido fiel el pueblo dominicano.

Se trata de un escenario que ni los más cotizados artistas desafían y que añoran llenar los líderes políticos dominicanos que ni repartiendo dádivas reúnen a una muchedumbre como lo ha hecho la Iglesia Católica para este trascendental evento religioso.

El presidente Luis Abinader se sumó a la celebración católica.

El presidente Luis Abinader asistió a las actividades a las que el Papa Francisco tuvo a bien mandar un enviado especial.

Abinader manifestó ante la imagen de la guía espiritual, que la Virgen es, y seguirá siendo, “la protectora  del pueblo dominicano a lo largo de los siglos”.

El mandatario acudió a la Puerta del Conde para rendir honores a la Virgen, acompañado de la vicepresidenta Raquel Peña, y de Monseñor Edgar Peña Parra, representante del papa Francisco, y otras autoridades sacerdotales y del gobierno.

Durante su intervención, el jefe de Estado rememoró que en ese mismo lugar histórico (Puerta del Conde). hace 100 años  fue coronada la Virgen de la Altagracia, con una corona elaborada con prendas donadas por los devotos.

Abinader resaltó, además, que “esa devoción de ayer es la misma de hoy, porque los dominicanos “recordamos como la Virgen de la Altagracia es y seguirá siendo nuestra protectora a lo largo de los siglos”.

Las palabras iniciales de la ceremonia estuvieron a cargo de monseñor Francisco Osoria, arzobispo de Santo Domingo, quien habló en nombre de la comunidad católica del país y expresó la alegría.

Con motivo de la festividad religiosa, la noche del domingo, la imagen de la Virgen fue trasladada, por primera vez, a la capital dominicana y luego fue llevada a una última parada en el Estadio Olímpico, donde miles de feligreses católicos desafiaron las altas temperaturas y el impacto del sol de mediodía para venerar y rendir honores a “Tatica” como le dicen cariñosamente los dominicanos

La Iglesia Católica reiteró su influencia en la población dominicana y la veneración que tiene el país en la Virgen de la Altagracia.

AÑO 1922

La primera coronación de la Virgen  fue el 15 de agosto de 1922, en la Puerta del Conde. El papa Pío XI envió en su lugar al arzobispo Sebastián Leite de Vasconcellos. Su imagen fue  modelada por el artista dominicano Abelardo Rodríguez Urdaneta.

En 1924, el Congreso  decretó la celebración de la Virgen como fiesta nacional el día 31 de enero. El 31 de octubre de 1927, el papa Pío XI la declaró festividad de la Iglesia.

Durante la primera visita del papa Juan Pablo II, el 25 de enero de 1979, bendijo el Santuario de la Altagracia (hoy Basílica de Higüey), y el 12 de octubre de 1992, en su segunda visita al país, Juan Pablo II coronó, personalmente, a la imagen de la Virgen de la Altagracia con una diadema de plata sobredorada.

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