Israel descabeza con bombardeo aparato militar iraní

La situación en el oriente medio sigue deteriorándose tras el sorpresivo ataque la noche de este jueves de Israel contra un centenar de objetivos en Irán, incluyendo instalaciones nucleares y militares y Teherán, la capital, en una operación que la República Islámica considera «una declaración de guerra».

Irán informó que los ataques se cobraron la vida del poderoso jefe de los Guardianes de la Revolución, Hosein Salami, y el alto comandante de ese ejército ideológico iraní, Gholam Ali Rashid, además de seis científicos nucleares. También murió el jefe del Estado Mayor, Mohamed Bagheri, según la televisión estatal.
El ataque ocurre en momentos de estancamiento en las negociaciones iniciadas en abril entre Washington y Teherán sobre el programa nuclear iraní.
La operación empezó en la noche contra posiciones militares y nucleares en varias regiones iraníes. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que estos ataques se realizaron «con éxito» y que seguirán «tantos días como sea necesario».
El ejército de Irán aseguró que «no tendrá límites» en su respuesta a Israel, y el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, advirtió que «el régimen sionista se ha impuesto un destino amargo y doloroso».
El ataque es una «declaración de guerra», advirtió el ministro iraní de Relaciones Exteriores Abás Araqchi, en un mensaje a la ONU en el que pide al Consejo de Seguridad que actúe.
Jamenei ya nombró a un nuevo jefe del Estado Mayor y a un responsable de los Guardianes de la Revolución.
Israel indicó que Irán lanzó unos 100 drones hacia su territorio en represalia, y que las defensas aéreas los interceptaron fuera de su territorio.
La vecina Jordania dijo que interceptó drones y misiles que violaron su espacio aéreo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró al canal Fox News que tuvo aviso previo de los ataques y señaló que Irán «no puede tener una bomba nuclear».
Washington recalcó que no estuvo implicado en la acción israelí y advirtió a Irán de que no atacara a su personal ni sus intereses.
Pero Teherán dijo que Washington será «responsable de las consecuencias», ya que la operación isralí «no pudo haberse llevado a cabo sin la coordinación y el permiso de Estados Unidos».