Jean Alain se defiende y se la canta a Yeni y a Camacho
Dice fueron protagonistas en su gestión

Por Jeannette Kranwinkel

El ex procurador Jean Alain Rodríguez se desahogó este martes en el turno que le dio la jueza que conoce la revisión obligatoria de las medidas de coerción en el Caso Medusa y le enrostró a Yeni Berenice Reynoso y Wilson Camacho, sus dos perseguidores, que si se «robó mucho en su gestión como aseguran», ellos fueron protagonistas en esa administración.
Y es que la actual responsable de Persecución y el director del PEPCA, fueron importantes fichas en la gestión que encabezó Rodríguez, convertidos hoy en sus inquisidores.
Jean Alain presentó su defensa material ante la jueza Altagracia Ramírez de la Cruz en ocasión del conocimiento de una solicitud de prórroga pedida por el Ministerio Público al vencerse el plazo de ocho (8) meses que le otorgó el tribunal y no presentar acusación en su contra.
Explicó por qué la prórroga no debe ser otorgada, rebatiendo los argumentos expuestos por los miembros del órgano investigador.
El ex procurador recordó que “hace así un año la PEPCA le dijo al tribunal, al país y al mundo que tenían un “expediente blindado” y hoy resulta que necesitan más tiempo para finalizar su manipulada investigación”.

“Estoy privado de libertad por promover la construcción de cárceles. Lo hice convencido de que contribuye a reducir la criminalidad; lo hice porque es lo humano; porque es una deuda atrasada por más de 70 años que nos presenta ante nuestra gente y el mundo como inhumanos ante tanto hacinamiento, drogas, violaciones y muertes. No decidí impulsar esas construcciones por antojo, sino porque 41 de las 42 cárceles dominicanas habían sido construidas por la propia Procuraduría General en pasadas gestiones, y la nueva Ley 113-21 en su Art. 54 a quien ordena hacerlo es a la Procuraduría, confirmando la práctica de mis antecesores” resaltó el ex procurador.
“Hoy cumplo nueve meses bajo arresto; sin interrogarme, sin requerirme, sin llamarme. Sin ninguna explicación ni delito, me presenté voluntariamente a la Procuraduría General el 29 de junio del 2021 y me puse a la orden de la justicia. Con humildad y respeto le contestamos en ese momento sométanme y detengan la prisión hasta que las muestren. Sin delitos, sin pruebas, sin auditorías, sin testigos, sin peligro de fuga, sin obstaculizar la investigación; en fin, sin causar un daño, me tienen desde ese día privado de libertad. He cometido errores en la vida, pero nunca un delito. Decir la verdad en el momento incorrecto me ha traído a desenmascarar la mentira en el lugar correcto”, expresó Rodríguez.
Me tienen privado de libertad sin ser ingeniero, por temas de pintura, impermeabilizantes y de construcción, sin yo haber puesto un solo block. Esos son temas administrativos y no penales, y en todo caso dónde están los 60 contratistas que supuestamente construyeron mal? No han interrogado ni a un solo de ellos a pesar de afirmar en múltiples ocasiones que son estructuras inservibles. Ni los llamarán, porque no es justicia, es venganza. Me tienen privado de libertad por supuestos sobornos, pero nadie sabe quiénes son esos sobornadores, ni como pagaron, cuándo, dónde, por cual obra. No han presentado nada por qué a mí nadie me ha dado nada”, añadió.

Afirmó que lo tienen en prisión por invertir en el Plan de Humanización del Sistema Penitenciario, pero que la actual gestión invirtió y pagó más de 220 millones a esos mismos 11 contratistas por las mismas obras, ratificando la actual Procuradora Miriam Germán Brito de forma expresa que los contratos firmados durante su gestión eran correctos.
«El pueblo y yo esperamos que esta gestión no les haya regalado 220 millones a esos 11 contratistas, sino que antes de firmar hayan revisado las obras para continuar con la conclusión de las mismas; hayan revisado los tiempos para darles más tiempo; hayan revisado que no tenían vicios para firmar sin exigirles repararlos; hayan revisado las licitaciones para firmar por escrito que fueron exitosas y minuciosas; que hayan revisado los valores para no pagar sobreevaluaciones; que hayan revisado cada pago para no pagar 220 millones de más, porque de lo contrario, si pagaron 220 millones sin revisar nada, entonces le regalaron esos 220 millones a estos contratistas que la PEPCA llama sobornantes”, sostuvo el ex procurador.