La capital vuelta un caos por las inundaciones urbanas
Las calles y avenidas de la capital se han tornado intransitables por las inundaciones que han puesto de manifiesto el grave e histórico problema del alcantarillado pluvial y el descuido en la limpieza de los imbornales.
Las lluvias provocadas por la vaguada que incide en el país está causando inundaciones en diversos sectores, calles y avenidas del Gran Santo Domingo, así como en algunas provincias.
Desde la madrugada de este miércoles torrenciales aguaceros se han registrado en el Gran Santo Domingo, anegando zonas y causando largos taponamientos en el tránsito vehicular.
Los elevados, que según Obras Públicas son sometidos casi semanalmente a limpieza, se llenaron de agua impidiendo el tránsito, al igual que por los pasos a desnivel.
Por causa del charco que se forma en el elevado de la 27 de Febrero próximo a la Delgado, el tapón se extendía hasta la autopista Coronel Fernández Domínguez, a media mañana de este miércoles.
Imbornales y filtrantes tapados con gran cantidad de plásticos boyando era el común denominador de las zonas inundadas.
En la avenida San Martín, debajo del puente V Centenario, una brigada del Ministerio de Obras Públicas succionaba un charco, por lo que parte del tránsito fue afectado. En este lugar la entidad realizó recientemente un trabajo que se esperaba resolviera el problema, pero por la gran cantidad de plásticos en los filtrantes e imbornales el problema se mantiene.
Muchos ciudadanos han tenido dificultades para trasladarse a sus trabajos, centros de estudios o a realizar sus diligencias debido a los copiosos aguaceros que paran por momentos. Los charcos también han causado averías en vehículos que se han apagado, incrementando los entaponamientos.
La Oficina Nacional de Meteorología declaró alerta y avisos de inundaciones urbanas en gran parte del país ante el incremento de las inundaciones y posibles crecidas de ríos, arroyos y cañadas.
El Centro de Operaciones de Emergencias(COE) mantiene la alerta roja para las provincias Montecristi y Santiago Rodríguez.