La gente comienza a reaccionar por prominencia de empresarios en gobierno

Las encuestas comienzan a reflejar lo que piensa la gente sobre el actual equipo gobernante, integrado por prominentes figuras del sector empresarial.

La mayoría de los dominicanos considera que el país está gobernado por unos cuantos grupos de poder para su propio beneficio.

Jochy Vicente, ministro de Hacienda, se desempeñó antes como presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (ANJE)

Así lo evidencia la última encuesta de Cultura Democrática, que abarca el 2022 y 2023, que indica que al menos un 67.3% de la población afirma que “el país está gobernado por grupos poderosos para su propio beneficio”.

La encuesta realizada por el Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo, pone en evidencia, además, que solo un 28.9 % entiende que quienes dirigen la nación lo hacen para el beneficio de todo el pueblo, lo que evidencia un descenso de esta percepción. Mientras que el 3.7% no sabía o no contestó la encuesta.

Los efectos de los principales factores individuales sobre la desafección representativa de las personas en cuanto a quienes gobiernan está incidida por la percepción de corrupción en los políticos, donde 2,421 encuestados votaron por este como la condición de desafecto.

2,214 votaron por poca o nada confianza en funcionarios de gobierno; 1,939 entienden que la economía nacional se mantuvo igual o empeoró en el último año; 1,895 tienen poca confianza o nada en el presidente Luis Abinader y 1,825 está alejado de simpatía hacia el Partido Revolucionario Moderno (PRM).

Joel Santos, proveniente del sector empresarial, es ministro de Energía y Minas, antes de la Presidencia donde sustituyó a Lisandro Macarrulla, quien tuvo que abandonar el gobierno en medio de un escándalo.

El análisis de la encuesta arroja que la percepción de que la clase política se inclina desplegar comportamientos corruptos, hace que los dominicanos no sientan que sus intereses son representados.

Precisa además que la desafección por los actos realizados por el Poder Ejecutivo, en la persona de Luis Abinader, aumenta la desconfianza en la labor realizada por este y los altos funcionarios designados en el Gobierno, así como incrementa la probabilidad de que la ciudadanía perciba las decisiones políticas que son adoptadas para favorecer la clase política por encima del interés general.

“En tercer lugar, la desafección representativa viene determinada por las evaluaciones del desempeño de la economía del país durante el año posterior al levantamiento: quienes perciben que la economía nacional ha permanecido estancada o sufrió un deterioro tienden a no sentirse representados por los gobernantes un 93.9% más que aquellos apreciando que la coyuntura macroeconómica experimentó una mejoría”, cita el documento.

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