La Mesa para las Migraciones y Refugiados en RD Rechaza Muro

Por William Charpantier.                                                                                          

Construir un muro en la frontera domínico -haitiano no detendrá la inmigración irregular, no detendrá el Crimen Organizado, no detendrá la trata y tráfico de personas, al contrario, incrementará las transacciones ilegales en perjuicio del país.

Tradicionalmente en la frontera de Haití y RD, sus habitantes viven en armonía y fraternidad como ocurre en la mayoría de los países con habitantes que comparten territorio de frontera.

En la frontera domínico-haitiana se debe reforzar el muro de la confraternidad y la solidaridad entre los habitantes (dominicanos y haitianos), el muro de la buena convivencia y de buena vecindad, cada uno en su casa, pero poblaciones que se complementan con el trabajo, el comercio y las buenas relaciones de amistad entre los comunitarios.

En la frontera generalmente no se practica el sentimiento de superioridad racial, ni la discriminación racial y mucho menos la xenofobia, se vive con mucha armonía.

Los habitantes de la frontera están conscientes de que son dos pueblos con culturas diferentes, cada uno en su casa, pero con la convicción de que se necesitan y tienen temas en común que hay que combatir, como es la pobreza, la contaminación ambiental, la inseguridad por el crimen organizado, entre otros.

En la mayoría de los países que promueven la construcción de muro fronterizo, generalmente subyace en sus promotores el sentimiento de superioridad racial y actitudes discriminatorias y de xenofobia. Es de principio por parte de la Menamird rechazar la idea de construir muro tanto en la República Dominicana como cualquier otra parte del Mundo.

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