La ONU sigue amagando con la crisis haitiana

Sigue la “cantaleta” de la comunidad internacional frente a la crisis de Haití, sin medidas concretas encaminadas a superar la violencia que caracteriza al gobierno de un primer ministro interino que trata de quedarse en el cargo y las pandillas que se han extendido por todo el territorio.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas solicitará al Secretario General, Antonio Guterres, que presente un informe detallado en un plazo de 30 días con diversas opciones de acciones para implementar en Haití entre las que se encuentra el envío de una fuerza de paz de las Naciones Unidas o ajena a la ONU.

El documento indica que el informe debe describir la gama completa de opciones de apoyo que las Naciones Unidas pueden brindar para mejorar la situación de seguridad, incluido, entre otros, el apoyo para combatir el tráfico ilícito y desvío de armas y material relacionado. También se mencionan “la capacitación adicional para la Policía Nacional de Haití y el apoyo a una fuerza multinacional ajena a la ONU, o una posible operación de mantenimiento de la paz, en el contexto de apoyo a un acuerdo político en Haití”.

El documento expone que, dado que la situación en Haití sigue siendo crítica, la comunidad internacional debe continuar comprometida en brindar la asistencia y el apoyo necesarios para ayudar al país a superar sus desafíos y allanar el camino hacia un futuro pacífico y próspero. El Consejo de Seguridad está preparado para participar activamente en el asunto y garantizar que se logren avances en Haití.

En ese contexto, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas prorrogó el mandato de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH, por sus siglas en inglés) hasta el 15 de julio de 2024. La decisión llega en un momento en que Haití continúa luchando contra una situación de seguridad en deterioro, inestabilidad política y numerosos desafíos humanitarios.

La resolución aprobada reafirma el compromiso del Consejo con la soberanía, unidad e integridad territorial de Haití, al tiempo que enfatiza la necesidad de una acción urgente para restaurar la paz, estabilidad y gobernanza democrática.

Además, el Consejo de Seguridad expresó una profunda preocupación por la violencia, los abusos a los derechos humanos y las actividades delictivas, incluyendo el secuestro, la violencia sexual y de género, el tráfico y el reclutamiento de niños por parte de grupos armados y para actividades delictivas, que son algunos de los graves problemas que afectan al país.

El Consejo de Seguridad reiteró su condena del asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021 e instó al gobierno haitiano a buscar a los responsables y llevarlos ante la justicia.

Botón volver arriba