La Procuraduría se “lava las manos” con La Victoria.

Las autoridades carcelarias siguen escurriendo el bulto con el desorden que permitieron en la Penitenciaría Nacional de La Victoria, señalando ahora a un recluso de manejar el sistema informático y de vigilancia que desmantelaron en un operativo militar.

Patricia Lagombra, directora del nuevo modelo penitenciario señala a un preso de 32 años como el “cerebro” en la instalación de las cámaras de seguridad en áreas estratégicas del penal.

Sin embargo, no menciona su nombre, ni se refiere a quienes permitieron que las violaciones en La Victoria alcanzaran niveles tan alarmantes.

De acuerdo a la Procuraduría, en el centro penitenciario operaba un repetidor de wifi, 96 routers, 89 cáma­ras de vigilancia instaladas y 29 switches de cáma­ras. Además, fueron incautados 508 teléfonos móviles, 107 cargadores, 96 auriculares, una laptop, dos tabletas, 9 reproductores de DVD, 35 playstation, 10 controles de distintos aparatos, 8 inversores y 173 bocinas.

“La magistrada Miriam Germán ha instruido que se haga una investigación de quién permitió que desde La Victoria se estuviera suministrando internet y todo lo que implica en cuanto a derecho electrónico y digital. Se va a determinar que personal administrativo y policial, cuál era el alcance de ese centro de suministro de internet”, indicó Lagombra.

Las 89 cámaras de vigilancia que incautaron en La Victoria siempre fueron visibles para el personal del centro penitenciario, cuyos agentes de seguridad incluso “tenían control” de las mismas.

No obstante, la reciente intervención militar en la cárcel les hizo darse cuenta de que el verdadero control lo tenían los reos.

Lagombra señaló que los privados de libertad controlaban lo que se veía por las cámaras desde un área de control y monitoreo.

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