Las Dunas de Baní tampoco tienen dolientes en Medio Ambiente
La agresión contra los recursos naturales del país se han acentuado en los últimos meses, con incendios en Los Haitises, Jarabacoa, Constanza, San Juan de la Maguana en una acción depredadora que seca los ríos y amenaza a las Dunas de Baní, de donde salen volquetas cargadas de arena por las narices de autoridades civiles y militares.
Es que ese importante patrimonio localizado en Las Calderas de Baní, se ha convertido en una piñata del que se segregan terrenos, en una zona donde se han enajenado las costas ante la mirada cómplice de las autoridades de antes y ahora.
Políticos, comerciantes, funcionarios y militares se han encargado, unos por los hechos y otros por omisión, de poner en peligro las Dunas con pocos dolientes en el Ministerio de Medio Ambiente.
Cuando los medios de comunicación denuncian la incursión de los comerciantes de los recursos naturales las autoridades se dan por enteradas y realizan uno de sus acostumbrados operativos de carácter mediático, pero el negocio sigue semanas después.
El monumento natural de Las Dunas es saqueado por los depredadores que a diario sacan cientos de metros de sus finas arenas de gran demanda en el mercado de la construcción.
Recientemente el Obispo de Baní, monseñor Víctor Masalles denunció y colgó un video en su cuenta de twitter para llamar la atención sobre las cercas que se estaban haciendo en Las Dunas.
El daño medioambiental se está produciendo ahora en el sitio que los propios camioneros que roban sus arenas han denominado como “La Mina”, ubicado a unos 200 metros de la costa marina, en Matanzas, y a 500 metros al este de Arrollo Aguzadera, justo el acuífero que da nacimiento a Las Dunas de Las Calderas, según ambientalistas.
Estas acciones se llevan a cabo aprovechando la oscuridad de las noches tras pagar el correspondiente “peaje” a quienes deben estar vigilantes para que esto no ocurra.
Afirman que desde que los parceleros van retirándose de sus fincas, entre las 5:00 y las 6:00 de la tarde, por el camino que da acceso a la zona de las excavaciones, en muchas ocasiones “primero baja una especie de patrulla militar motorizada (dos personas vestidas de militar), y entre 20 y 25 minutos después empieza el desfile del volteos y volquetas, “los que salen del sitio llenos de arenas”, hasta las 6:00 de la mañana.
Llama la atención que todo esto esté ocurriendo en Las Dunas, en cuya zona está asentada la principal guarnición de la Armada Dominicana, que alberga en Las Calderas a cientos de militares que bien podrían ser integrados al patrullaje para combatir esta amenaza contra el medio ambiente.