Las interrogantes por responder detrás asalto bancario
Por Guillermo Tejeda
(Director Resumen Final Digital)
Una serie de interrogantes se tejen en torno al asalto perpetrado en la sucursal del Banco Popular de la Avenida Luperón, que se ha saldado con la muerte de dos de los cuatro visibles protagonistas, un acontecimiento que le ha dado un golpe sensible al Plan de Seguridad Ciudadana que dirige personalmente el presidente Luis Abinader.
Hay implicaciones que deberían ser explicadas por las autoridades policiales o que saldrán a relucir durante el proceso que enfrentan los dos sobrevivientes de la persecución desatada tras el asalto, el hasta ahora cabecilla, Jorge Luis Estrella Arias y Eddy Manuel Segura Arias.
Jorge Luis ha dejado entreveer que está vinculado con la Policía Nacional y hasta el momento se conoce que trabajaba en un academia policiaco-militar con sede en La Vega, cuya especialidad es el entrenamiento para tiradores.
Pero peor aún, el mismo jefe de la Policía, mayor general Guzmán Peralta, ha revelado que el señalado como cabecilla de los asaltantes, tenía antecedentes penales, delitos que no se han aireado en los medios de comunicación.
Se ha establecido que esa empresa, Programa de Capacitación Militar y Policial (ProCamp), tiene contratos con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, e incluso, Estrella Arias aparece en fotos en actividades con el actual jefe de la Policía y el director de Politur.
Se ignoran las razones por las cuales fuerzas militares y policiales pagaban entrenamiento privado en esa academia, cuando cuentan con los mejores expertos en la materia y con las más optimas instalaciones, poniendo en evidencia un fenómeno creciente en el gobierno de privatizar servicios que como la seguridad nacional deben estar monopolizados por el Estado
Sin embargo, tras el escándalo, ejecutivos de Pro-Camp han dicho que la función de Jorge Luis era la de promover sus actividades en las redes sociales lo que desmienten una serie de videos que desbordan esa responsabilidad.
En medio de la investigación ha salido a relucir que los asaltantes tenían otros golpes en carpeta y que incluso habrían merodeado por una sucursal en la avenida 27 de Febrero donde estaba a punto de llegar un camión de transporte de valores, lo que indica que tenían informantes desde dentro de las instituciones.
Las autoridades todavían no han dicho como con el cerco tendido y con cientos de efectivos del Dicrim movilizados con un objetivo común, Jorge Luis Estrella Arias pudo desplazarse desde la capital hasta Punta Cana, donde se entregó, en lo que parece un fallito intento por abandonar el país.
Los equipos de inteligencia, muy dados a grabar conversaciones ajenas, no alcanzaron el celular del asaltante, que llamó desde sus escondites a varias personas, incluyendo personalidades de la comunicación, para tramitar su entrega.
Ahora tampoco aparece el dinero robado, una chilata para el riesgo corrido, menos de dos millones de pesos, según el banco asaltado y la Policía, porque quien sabía del botín era Richard Michel Estrella Arias, quien cayó abatido al igual que Joan Eduardo Belliard Aybar.
Hay que destacar que en sus primeras declaraciones, todavía prófugo, Jorge Luis desligó a su hermano del asalto y asumía la responsabilidad de lo ocurrido, pero ahora como buen actor, ha invertido los papeles y ha cargado el dado a Richard, quien no estará disponible para aclarar, pues fue seputado este domingo en el cementerio Cristo Redentor.
En torno a ese hecho hay mucha tela por donde cortar, muchas interrogantes que ameritan respuestas y una preocupación por el hecho de que se hayan asaltado sucursales de los dos principales bancos de la República Dominicana con apenas diez días de diferencia.