Las ventajas que tienen los Nuggets al jugar en Denver
Antes del comienzo de las Finales de la NBA, Charles Barkley y Grant Hill bromearon al tomar bocanadas de una máscara de oxígeno que llevaron al estudio para un programa de televisión.
Pero el aire enrarecido de Denver no es broma. Por algo se le conoce como Mile High City.
La ciudad se encuentra a 1.609 metros sobre el nivel del mar (la milla de altitud a la que hace referencia el mote). Existen suficientes datos científicos que demuestran el impacto de la altitud en cualquier deportista, incluidos los jugadores de baloncesto.
Los Nuggets de Denver han estado aprovechando la elevación abrasadora de pulmones a su favor durante años, especialmente durante estos playoffs.
Con su victoria del jueves por 104-93 sobre el Heat de Miami, los Nuggets mejoraron su marca a 9-0 en casa en esta postemporada. Sí, Nikola Jokic, Jamal Murray y sus amigos tienen mucho que ver en ello, pero la altitud también se merece una asistencia.
Los Nuggets tratan de presionar el ritmo para hacer que el Heat sienta la presión viniendo del nivel del mar.
“Así que hay tanto oxígeno en Denver como lo hay en Miami”, explicó Randy Wilber, fisiólogo deportivo senior del Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos. “Lo que es diferente es que la presión barométrica en Denver es significativamente más baja que en Miami. … así que, en última instancia, sí, están recibiendo menos oxígeno para los músculos que trabajan.
“Ese es un hecho. No se trata de un cuento o mito”.
Los Nuggets lo saben. Y se encargan de recordárselo a sus rivales. Hay un letrero que da la bienvenida a los equipos visitantes cuando ingresan a la Arena Ball y que hace referencia a la elevación.
Antes de los partidos, el anunciador oficial del estadio proclama los desafíos que representa jugar en la altitud. En la cancha, el número “5.280” (la altitud medida en pies) está estampado en cada línea de los tiros libres, solo para proporcionar otro recordatorio.
Pese a ello, el Heat, no está dejando que eso se meta en sus cabezas.
“No creo que eso haya sido parte del juego”, dijo el pívot del Heat, Bam Adebayo, al hablar del papel de la altitud en el primer partido. “Ni siquiera pensé en ello, hasta que lo mencionaste”.
Para el Heat, los ajustes del segundo partido, el domingo por la noche, tienen que ver con atinar los tiros, más que con la preocupación por la altitud. El trío de Miami conformado por Caleb Martin, Max Strus y Duncan Robinson se fue de 23-2 en forma combinada en disparos de campo.
El Heat ha demostrado que puede con la elevación.
Miami venció a San Antonio en diciembre en la Ciudad de México, en donde la altitud es de 2.240 metros (1,4 millas) sobre el nivel del mar. El base del Heat, Jimmy Butler, incluso encontró una estrategia única que pareció funcionar: comer chapulines (saltamontes) un manjar local, además de beber un poco de tequila.