Libaneses exigen armados sus depósitos bancarios

En El Líbano los ahorrantes en los bancos comerciales están recurriendo a las armas para exigir la entrega de sus depósitos.

Otros dos ciudadanos libaneses armados irrumpieron hoy en sendos bancos, ubicados en distintas zonas del sur del Líbano, exigiendo la devolución de su dinero, en otro incidente de este tipo desde el inicio de la crisis económica en 2019.

Los ahorrantes en los bancos libaneses están irrumpiendo con armas para exigir la devolución de sus ahorros.

Según la asociación de depositantes que reclaman la devolución de los fondos retenidos por los bancos, los hechos tuvieron lugar a primera hora de esta mañana, cuando un depositante llamado Mohamed Q., miembro del ejército libanés, intentó entrar por la fuerza en un banco de Sidón exigiendo recuperar su dinero.

Un vídeo compartido por esta misma asociación muestra cómo Mohamed Q. disparó a la puerta de la entidad bancaria con su arma, sin conseguir romperla, en un intento fallido de acceder por la fuerza, tras el cual fue detenido por la inteligencia militar, informó la agencia de noticias oficial libanesa NNA.

Mientras tanto, de acuerdo con esta misma fuente, otro depositante llamado Mahmud Abdalá logró entrar en el Banco Franco Libanés en Nabatieh, en el sur del Líbano, exigiendo sólo una parte de su dinero.

Abdalá entró en el banco con una pistola con la intención de retener a los empleados de la oficina hasta que recibiera 50,000 dólares para costear el tratamiento de dos de sus hijos, que son diabéticos, indicó NNA.

Además, un vídeo compartido en Facebook por la página Beirut City muestra a una docena de personas esperando su turno en el cajero automático para sacar dinero cuando Abdalá apareció en el mismo banco armado exigiendo parte de su depósito.

Desde el colapso económico que comenzó en el Líbano a finales de 2019, los bancos del país comenzaron a imponer numerosas restricciones a la retirada de depósitos, las cuales han ido empeorando con el tiempo hasta el punto en el que ahora es casi imposible para los depositantes controlar su propio dinero.

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