Liz Truss, la nueva Primera Ministra de Reino Unido.
Los miles de miembros que estaban llamados a votar entre Liz Truss y Rishi Sunak como nueva cabeza del partido Conservador y del Reino Unido, finalmente eligieron, tal y como apuntaban las encuestas, a la que dejará de ser ministra de Exteriores para convertirse mañana, tras su encuentro con la Reina Isabel II, en primera ministra.
Con una participación del 82%, Liz Truss ha ganado con 81.326 votos por los 60.399 de su rival, Rishi Sunak.
Liz Truss sustituye al renunciante Boris Johnson
Así lo anunció la formación tras unos meses de verano en los que ambos candidatos recorrieron todo el país buscando el apoyo de los militantes, después de que Boris Johnson tirara la toalla tras una serie de escándalos y, presionado por sus propias filas, anunciara su dimisión el pasado 7 de julio.
Así, menos del 0.3% de la población británica ha elegido a quien empezará un nuevo camino una vez que los tres años de Johnson en el poder queden atrás.
Y es que de los entre 180.000 y 200.000 miembros del Partido Conservador que hay en este momento, se calcula que unos 160.000 eran elegibles para votar. Como dato curioso, en el Reino Unido la edad mínima para ejercer el derecho al voto son los 18 años, pero a partir de 15 se puede ser miembro de la formación tory y disfrutar de pleno derecho al voto. Liz Truss le ganó la contienda interna a Rishi Sunak
La promesa principal de Truss, de 47 años, casada y madre de dos hijas, brexiter y aliada de Johnson, fue la bajar los impuestos en cuanto ponga un pie en Downing Street, una medida económica que su contrincante, ministro de Finanzas que tuvo a su cargo mantener el país flote durante la pandemia, considera que será perjudicial para el país.
Este lunes Paul Johnson, director del grupo de expertos del Instituto de Estudios Fiscales, dijo al programa Today de la BBC4 que las políticas económicas de la nueva líder aumentarán la inflación y provocaran un importante endeudamiento en el corto plazo. «Simplemente reducir los impuestos, reducir las contribuciones a la seguridad social, por ejemplo, no es una estrategia de crecimiento», afirmó.
