Lleva su caja de limpiabotas a su ceremonia de graduación

Otro ejemplo de que cuando se quiere se puede. Que la pobreza no es un obstáculos para la superación, cuando se tiene la perseverancia.

Es el caso de Jonatan Corcino Martínez, quien ha padecido una odisea de necesidades que no le impidieron que se graduara como licenciado en Mercadeo en la Universidad del Caribe.

Pero para llegar hasta allí, tuvo que limpiar zapatos, lavar carros en las calles y otras actividades que le permitieran mantener a su familia y pagar su universidad.

“Siempre tuve la inspiración desde temprana edad de graduarme en la universidad, pero no tuve la oportunidad de costear mis estudios, tenía que limpiar zapatos y tenía que administrarme con lo que ganaba como “limpiabotas”, con la limpiabotas que yo mismo hice con mis manos”, relató Jonatan.

Corcino Martínez quien es padre de un adolescente de 16 años confesó que la «limpiabotas» que utilizaba para generar ingresos se convirtió en una especie de inspiración para convertirse en profesional

“Yo le hice una promesa a esta “limpiabotas” y se la hice debajo de un puente, allí le dije que el día que me graduara serviría como inspiración y para seguir estudiando y preparándome”, confesó ante los asistentes que lo interrumpieron con aplausos en varias ocasiones.