Llorando Bolsonaro trata de aplacar a sus seguidores
Pero no reconoce triunfo de Lula

Cuando faltan horas para que abandone el poder, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha roto su prolongado silencio para tratar de apaciguar a sus seguidores más radicales que han tratado de boicotear por todos los medios la investidura del electo mandatario Lula de Silva.
«No vamos a creer que el mundo acaba este 1 de enero» con la investidura de Lula, declaró Bolsonaro sollozando, en un directo por sus redes sociales, en el que instó a sus seguidores a «no tirar la toalla ni dejar de hacer oposición», pero pidió que sea en forma pacífica y dentro del marco que establece la Constitución.
Bolsonaro no confirmó si pretende viajar en las próximas horas a Estados Unidos, aunque el Gobierno ya ha dado a entender que podría partir este mismo viernes hacia Miami.
En un pronunciamiento que duró poco más de una hora, Bolsonaro no terminó de reconocer su derrota en las elecciones de octubre pasado ni felicitó a Lula.
Por el contrario, insistió en que fue «víctima» de una justicia electoral «que no fue parcial» y que, en su opinión, favoreció al líder progresista con diversas decisiones.
Reiteró que su «libertad» y la de los grupos de ultraderecha que le apoyan fue «cercenada» y se les «impidió» denunciar los fallos que, según insiste sin prueba alguna, tiene el sistema electrónico de votación que se utiliza en Brasil desde 1996.
Hizo un repaso de la gestión que comenzó el 1 de enero de 2019 y admitió que «hubo problemas», que atribuyó sobre todo a la irrupción de la pandemia en marzo de 2020 y a la invasión rusa a Ucrania este año.
Sin citar a Lula por su nombre, auguró que «el nuevo Gobierno que viene ahí va a crear muchos problemas» y le va a «imponer al país una ideología nefasta que no resultó en ningún lugar del mundo».