Oklahoma City obligados a ganar esta noche a Indiana

La suerte está echada esta noche en la NBA para los de Oklahoma City Thunder, obligados a reaccionar en el cuarto partido de las finales para que los Indiana Pacers no tomen una ventaja prácticamente inalcanzable.
El equipo que lidera Shai Gilgeous-Alexander, que partía como favorito indiscutible al título, se encuentra con una peligrosa desventaja de 2-1 en esta serie al mejor de siete partidos.
Tras repartirse triunfos en Oklahoma City, el tropiezo del miércoles en Indianápolis colocó al Thunder en una posición muy delicada, con su temporada potencialmente histórica en el alambre.
En caso de volver a perder el viernes en Indianápolis, Oklahoma City necesitará remontar un 3-1 en contra, una gesta que sólo LeBron James y sus Cleveland Cavaliers de 2016 lograron en unas Finales de la NBA.
Ante esta encrucijada, el Thunder apelan a la fortaleza mostrada durante todo la temporada y también a su reacción en las semifinales de la Conferencia Oeste ante los Denver Nuggets después de verse también 2-1 en contra.
«Cuando estás en un territorio familiar, definitivamente te da un poco de confianza. Sabemos lo que tenemos que hacer», dijo el alero Jalen Williams durante la atención a medios del jueves en Indianápolis.
La situación «se siente muy similar», coincidió Gilgeous-Alexander. «Pero los equipos son muy diferentes y al final tenemos que ser quienes somos y hemos sido toda la temporada. Si queremos darnos una oportunidad en esta serie, tiene que ser lo mismo».
En caso de alzar el segundo campeonato de la franquicia, y primero desde el traslado de Seattle, el Thunder llegarían a 84 victorias combinadas entre fase regular y playoffs, la tercera mayor cifra de la NBA.
Pero el último escalón de el Thunder, candidatos a abrir una nueva dinastía por la juventud de sus figuras, ha topado con un poderoso obstáculo en los sorprendentes Indiana Pacers.
Con un estilo valiente y sin complejos, los pupilos de Rick Carlisle han hecho trizas todos los pronósticos en estos playoffs, que comenzaron como el cuarto sembrado del Este.
Si su triunfo inicial ante el Thunder fue prácticamente milagroso, con una remontada imposible y una canasta en el último segundo de Haliburton, el del miércoles (116-107) desterró toda tentación de seguir subestimando a estos Pacers.