Los primeros afroamericanos en el país
Los investigadores históricos Sophia Monegro y Matt Randolph, han revelado los resultados de un estudio que revela detalles de la migración afroamericana a la Hispaniola.
La actividad organizada por la embajada de Estados Unidos denominada “El Legado de los Afroestadounidenses en Samaná: 200 años desde la migración afroamericana a la Hispaniola”contiene otros datos interesantes.
Monegro, sostuvo durante su participación, que entre los años 1824 y 1826, más de 13,000 personas afroamericanas emigraron desde ciudades como desde Filadelfia, Nueva York, Baltimore, las Carolinas, Florida y otros lugares de Estados Unidos a Haití, que entonces gobernaba toda la isla de La Española.
En ese sentido, Matt Randolph explicó que muchos afroamericanos liberados en los Estados Unidos no aceptaron las opciones limitadas por la gente de color de su país, por ende, huyeron en barcos con destino al Caribe, vislumbrando en Samaná un futuro de libertad y prosperidad para sus descendientes.
Randolph, quien es candidato a doctorado en Historia en la Universidad de Stanford, dijo durante la sección de preguntas que al ser oriundo de Baltimore, una de las ciudades desde donde migraron la mayoría en el 1824, es el “factor que lo inspira a investigar la población afroamericana y pensar sobre esas conexiones entre los africanos, Estados Unidos y la población dominicana”.
En tanto, la especialista de historia intelectual de las mujeres negras Sophia Monegro, al ser cuestionada sobre el aporte del gobierno dominicano para promover las investigaciones, dijo que “yo, en mi experiencia no he visito iniciativas precisamente por el gobierno dominicano para promover esta historia”.
En ese sentido, destacó que ha sido parte de reuniones con el director del Museo del Hombre Dominicano, Miguel Vargas, de quien ha recibido apoyo para realizar una exhibición pero, debido a la falta de recursos no se ha concretado.
“Él (Miguel Vargas) está apoyando poner una exhibición en el Museo del Hombre Dominicano, pero no hay recursos, él nos ofreció el espacio y nos brindó gratis el cuarto piso del museo, pero no pudimos adquirir los 80 mil dólares que se necesitaban para poner la exhibición”, contó Monegro.
Sin embargo, sostuvo que tiene conocimiento del interés de líderes culturales, que trabajan para el estado dominicano, pero que “los recursos no han llegado para apoyar iniciativas educativas”.