Marranzini considera todavía «muy baja» la tarifa eléctrica

Celso Marranzini, quien hace poco pintó un escenario oscuro con las finanzas de las distribuidoras eléctricas del Estado, de la noche a la mañana ha cambiado el panorama.
Solo bastó que el presidente Luis Abinader se quejara públicamente por el desastre y el «dolor de cabeza de los apagones y las Edes», para que el presidente del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED), suspendiera las interrupciones indiscriminadas que definió como «control de abastecimiento» y las finanzas mejoraron como por arte de magia.
Pero ojo, Marranzini también es partidario de que se aumente la tarifa eléctrica todavía más.
Lo justificó para afrontar la poca inversión en el sector eléctrico. Argumentó que el CUED no tiene el dinero “suficiente” para colocarlo en el sector como “quisiéramos”. La razón de ello, según Marranzini, ha sido la baja tarifa con la que el gobierno vende la energía.
También el empresario y funcionario reflexionó sobre el castigo impuesto a los clientes responsables que pagban el servicio, para cobrar a los morosos.
En una rueda de prensa para dar a conocer la medida de los cortes indiscriminados, Marranzini dijo que ese plan se ha desechado completamente y se encaminan hacia otras medidas que asegura, pueden dar mejores resultados..
Admitió que el sistema de control de abastecimiento representa un problema para el sector eléctrico, pues “afecta al cliente que paga contra el cliente que no paga”, lo que se le hizo saber desde que tomó la medida, que defenfió ardorosamente hasta que llegó el «ramplimazo» desde el Palacio Nacional en la Semanal con Abinader.
“Es un sistema que se instaló desde el 2004. No es nuevo”, recordó. Y añadió: “Hemos preferido instalar equipos que dividen los circuitos y hacer los balances de carga (…)”.
El «control de abastecimiento», que no son más que el nuevo nombre dado por Marranzini a los apagones, se implementó por cinco semanas, un tiempo que, a juicio de Marranzini, “fue muy corto”, por lo que su efecto también fue mínimo. El sistema se daba cinco días a la semana.
“Muy poco para poder analizar el efecto positivo que pudo haber tenido”, afirmó el titular del CUED en un encuentro con periodistas.
Los apagones programados se ejecutaban en las zonas cuyas pérdidas eléctricas han superado un 50%, producto del robo de energía. Este control tenía una duración de tres horas o más, dijo.
Se quejó por el cambio constante de los administradores de las EDES y sus consecuencias. Puso como ejemplo, la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este ha tenido, en los últimos cuatro años, al menos cinco gerentes diferentes y el CUED, organismo que dirige desde el 2024, ha tenido cuatro presidentes.
“Ningún negocio crece si no tiene continuidad”, afirmó Marranzini.