Medio Ambiente no encuentra como justificar daños a Las Dunas

Admiten sacaban arena en "finca privada"

Por Jeannette Kranwinkel.

Nuevamente el Ministerio de Medio Ambiente ha negado lo que es un secreto a voces en Baní: La extracción de arena de las Dunas de Las Calderas, con el agravante de que particulares se han dado a la tarea de colocar cercas para apoderarse de algunas zonas de esa reserva natural.

Ante las denuncias de los últimos días, documentadas con abundante material gráfico y testimonios de comunitarios, el organismo oficial se ha limitado a desmentir las versiones y a pedir la ayuda de la población para combatir los ilícitos.

Aunque habla de un fuerte monitoreo en la zona de Las Dunas, es luego de las denuncias que sus brigadas se dan cuenta de que en Matanzas, en el área de influencia de ese patrimonio natural había una «finca privada» dedicada a sacar arena que la institución insiste que no es de Las Dunas».

Una respuesta un poco vaga que no está a la altura de la gravedad de lo que está ocurriendo por Las Dunas de Baní, de lo que se ha hecho eco hasta el Obispo de esa Diócesis, monseñor Víctor Masalles, quien publicó un video sobre las cercas de alambre que se han levantado en algunos lugares.

Medio Ambiente emitió una comunicación a través de su cuenta de twitter en la que señala que las extracciones denunciadas no son en el monumento natural Las Dunas de Baní.

Sin embargo admiten que en una finca privada, en Matanzas, zona de influencia de Las Dunas, encontraron actividad en una finca privada, «tenía actividad, pero no dentro del área protegida».

Argumentan que en el área protegida hay puntos de «extracción viejos» que se mantienen sin actividad, indicando que sigue el patrullaje para evitar violaciones dentro de la demarcación.

Pero donde el ministerio de Medio Ambiente pone una nota que evidencia lo aérea de su respuesta a las extracciones en Las Dunas, es cuando pide «información precisa, especificando bien el lugar y la identidad de los camiones o personas que se encuentran realizando estos ilícitos, así nos ayudan a someter a la justicia a estos infractores».

El organismo pretende que sea la población la que asuma sus responsabilidades, que se arriesgue a denunciar a los poderosos que se lucran del daño a Las Duna, una práctica que para nadie es un secreto que cuenta con la complicidad de las autoridades.

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