Milton Ray Guevara
Por Eduardo Jorge Prats.
El más que justo y merecido reconocimiento del Senado de la República al Dr. Milton Ray Guevara, por oportuna y magnífica iniciativa del senador Alexis Victoria Yeb, celebrado en magno evento el pasado miércoles 1 de febrero, nos mueve a reproducir parcialmente lo que dijimos en 2020 al anunciar el Liber Amicorum auspiciado por el Instituto Dominicano de Derecho Constitucional, abandonando esa vieja tradición señalada por Federico Henríquez y Carvajal, frente al cadáver de Eugenio María de Hostos, de no saber “de sus grandes vivos, sino cuando son sus grandes muertos”.
Ray Guevara es un académico por vocación, que enseñó Derecho Administrativo y Derecho Constitucional en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en la dura época de la “dictablanda” del régimen de los Doce Años de Balaguer, sabiendo que, como decía su amigo, el profesor Jean Gicquel, “el derecho constitucional huele a pólvora”. La pólvora de los constitucionalistas que durante la revolución de abril de 1965 lucharon por la reinstauración del gobierno democrático y constitucional de Juan Bosch, la pólvora contra los torturados, asesinados y desaparecidos de la Era de Trujillo y de la de Balaguer.
Ray Guevara es político con visión de estadista. Senador, embajador en Francia, secretario de Estado de Trabajo, autor de reformas fundamentales como el Código de Trabajo y la reforma constitucional de 1994, fundador, junto con Alejandro Grullón, de la Fundación Institucionalidad y Justicia y propulsor del sistema de seguridad social instaurado en 2001.
El magistrado Ray Guevara es iuspublicista completo, doctrinario del nuevo Derecho Público, con estudios de doctorado, experiencia profesional y pública en Derecho Laboral y Social y doctrina iuslaboralista; con una tesis precursora sobre la expropiación, campo tradicional del Derecho Administrativo; con numerosos artículos y libros sobre el Derecho Constitucional y los derechos fundamentales, así como en Derecho Internacional.
El profesor, el jurista, abarca los grandes campos del Derecho Público, del Derecho Social y de la intersección entre el Derecho Privado y el Público. Es eso lo que le da la gran visión general del Derecho, abarcadora, integral, multidisciplinaria, holística, con fino sentido político y social, que le permite moverse con soltura y facilidad entre los más diversos campos de la ciencia jurídica.
Fue precisamente esa visión, aunado a su total dominio de la ciencia constitucional, lo que le permitió ser uno de los ejes motores de la Constitución de 2010, donde ha quedado su original impronta en el Título I, en la organización del poder legislativo y del poder ejecutivo, en los derechos fundamentales, en el régimen municipal, en el sistema electoral y en el régimen económico y social.
Milton Ray Guevara es un constitucionalista a tiempo completo, un verdadero peso pesado. Peso pesado porque domina como pocos en el país y en la región la parte orgánica de la Constitución, la de la organización del poder, como la parte dogmática, la de los derechos fundamentales.
Este “presidente histórico” del Tribunal Constitucional, como atinadamente lo ha bautizado el jurista Reynaldo Ramos Morel, ha contribuido a consolidar una cultura constitucional democrática y ha dirigido sabiamente la institucionalización de esa Alta Corte como garante de la constitucionalidad y de los derechos, sentando las bases, desde la pedagogía constitucional, para un sano y necesario patriotismo constitucional, que será siempre la mejor vacuna contra el recurrente autoritarismo.