Obispo Castro Marte visibiliza las miserias de Higüey
Por Guillermo Tejeda
La pobreza que caracteriza el municipio de Higüey, cabecera de la provincia La Altagracia, sale a relucir en unas imágenes que contienen aspectos de la labor pastoral del Obispo de esa diócesis, monseñor Jesús Castro Marte.
El prelado católico hace alusión en mensajes difundidos a través de su cuenta de twitter, a la caridad, la solidaridad y el sufrimiento con los que son “desechados por el mundo”.
En las imágenes se observa a monseñor Castro Marte compartiendo con familias humildes, víctimas de las desigualdades que caracterizan a una provincia que alberga el más lujoso e importante complejo hotelero de la República Dominicana, en las zonas de Bávaro, Punta Cana y Uvero Alto, entre otras zonas donde se ignora la pobreza de miles de higüeyanos.
“La actitud samaritana del Pueblo de Dios, es caridad viviente del evangelio . La comunidad cristiana, debe tener una presencia solidaria y responsable. Ser sensible al sufrimiento con los que son desechados por el mundo” indica el obispo católico.
Otra de las fotos de sus recorridos, monseñor Castro Marte están acompañadas del siguiente texto: “Los otros rostros y las otras locaciones de dominicanidad e Iglesia. Una fe comprometida los pone siempre en el centro, porque son la voz del pueblo y la voz de Dios, demandando justicia muchas veces y otras muchísimas veces dando lecciones de buen vivir, solidaridad y amistad”.
El obispo de la Diócesis de La Altagracia se observa en su pueblo, recorriendo callejones en los barrios, hablando con los limpiabotas y otros trabajadores informales que pasean sus necesidades por el denominado “parque de los vagos” en Higüey.
A esa ciudad llega muy poco de lo que aporta la actividad turística, que sin importar la crisis ha ganado millones de dólares, convirtiéndose por Punta Cana en el lugar de entrada de la mayor cantidad de visitantes extranjeros a la República Dominicana.
El gobierno apenas destina migajas de los recursos que le aporta el turismo, al municipio cabecera de la provincia Altagracia, que se recuerda cada 21 de enero cuando se celebra el Día de la Virgen, a donde acuden las autoridades con sus tradicionales promesas que casi nunca se cumplen.
Monseñor Castro Marte, quizás sin proponérselo, está visibilizando las necesidades y penurias de una población con ancestrales problemas de servicios públicos, donde la pobreza sigue siendo el común denominador en medio de la opulencia de unos pocos que usufructan sus riquezas naturales y gobiernos que nutren a otras provincias con el dinero recaudado con el turismo de Higüey.